Flórez, reconocido como uno de los tenores más importantes del planeta, que ha actuado esta semana en Barcelona „tras su recital el pasado sábado en el Palau de la Música de València„, un día después ofreció una clase magistral a tres promesas del canto lírico para que «conozcan mejor su instrumento», aprovechando las nuevas tecnologías, que permiten ver los músculos que se activan en el canto y la morfología de cada voz.

En la «masterclass», organizada por el Palau y Telefónica con el título «Conectando talento e innovación» y que fue retransmitida por internet, el artista guió a la soprano Marina Monzó, al tenor Xabier Anduaga y a la mezzosoprano Aurora Faggioli, que cantaron ante él acompañados del pianista Vincenzo Scalera.

Los 500 espectadores que llenaron el auditorio Petit Palau pudieron comprobar en primera persona el proceso previo llevado a cabo durante el estudio médico realizado a los tres cantantes, a través de técnicas punteras.

A lo largo de la clase magistral, Juan Diego Flórez guió a cada uno de los alumnos, asesorando en todo momento, dando pautas técnicas y consejos prácticos y, finalmente, los cuatro cantantes deleitaron al público con Libiamo ne' lieti calici de La Traviata de Verdi.

El intérprete peruano ha reconocido que ahora se siente en «un buen momento», tras haber resuelto sus problemas vocales, que le impedían cantar con comodidad papeles de maestros como Rossini «He tenido un cambio vocal y me he visto un poco perdido», ha reconocido Flórez, que ha apuntado que ahora puede «cantar Rossini» y «cantar lo nuevo, que es lo que yo quería».

El tenor ha asegurado que va a continuar interpretando a los clásicos, pero que igualmente pretende «seguir explorando lo nuevo», mientras ha anunciado que tiene en el horizonte cantar las óperas Manon Lescaut, Los cuentos de Hoffman y la Traviata.

Entre sus próximas actuaciones se encuentran cantar en la ópera de Zúrich el Werther de Massenet, el próximo abril, la grabación de un disco con obras de Mozart que se publicará este año, así como protagonizar numerosos conciertos, como el que se celebrará al aire libre en junio en Lima.

El intérprete, que dio un recital en el Palau de la Música Catalana el pasado martes, volverá al mismo auditorio el año que viene porque le «encanta» su acústica. En el recital, el cantante se atrevió con un repertorio difícil y variado, con piezas como La lontananza de Rossini, Ich baue ganz auf deine Stärke de Mozart, Purquoi me réveiller, de Massenet, y La mia letizia infondere de Giuseppe Verdi.

Una vez finalizada su actuación, los atronadores aplausos del público obligaron a Flórez a volver al escenario. Allí, subido a un taburete, cantó varias canciones populares acompañado de su guitarra, como Ódiame, de Julio Jaramillo, y Amanecí en tus brazos, de José Alfredo Jiménez.

Precisamente, el tenor versionó, junto a su mujer, esta última canción por coincidir con el Día de los Enamorados y publicó el vídeo en su cuenta de Facebook. «Nunca antes habíamos cantado juntos y nos salió a la segunda», ha indicado y añade: «Ha causado un revuelo que no esperábamos, pero ha sido muy bonito y esto va a dar pie a que lo sigamos haciendo».

Paralelamente a su carrera lírica, Flórez desarrolla una importante labor con su fundación de atención a la infancia, que recibe el apoyo de Telefónica, y que educa en la música a niños y niñas de zonas humildes y pocos recursos que «se sienten olvidados».

El cantante ha asegurado que, cuando participan en la orquesta «Sinfonía por el Perú», estos niños «cambian el chip» porque «aunque muchos de ellos no vayan a ser músicos, cambia su manera de pensar» y «son mejores en el colegio y en casa, todo por la música».