Diego Carretero realizó lo más destacado de la primera novillada del ciclo josefino. Carretero lo vio claro desde el inicio y València también.

Sumida en un lúgubre temporal, apareció el joven novillero bien vestido de grana y oro y pulseó la embestida con mimo al justo segundo novillo de la tarde. La riqueza de sus maneras residió en su expresión. En su personalidad. El notorio ajuste y la profundidad al natural en una serie redonda. El final de faena, muy torero, auguraba la oreja que no concedió el presidente, muy correcto, por lo defectuosa que fue la estocada.

En el quinto, al que le corto la oreja, tuvo una sincera colocación y buen gusto. Por el pitón izquierdo cogió el aire en el momento en el que había que apostar y tiró de él como si no hubiera otra forma de torear. Con temple, que es caricia, y valor. Valor escénico, por el tiempo y la distancia que le dio a su oponente, y valor torero, por la hondura en el toreo al natural. Ambición a raudales y capacidad también, porque una cosa no se tiene sin la otra. Cortó una oreja de ley. Su toreo tiene quilates. Carretero, hombre y nombre a tener en cuenta. Buen gallo de pelea.

Leo Valadez realizó una meritoria faena al primer novillo de la tarde en una labor que fue a menos debido a la floja condición del novillo. Tuvieron importancia los naturales y saludó una ovación tras recibir un aviso. En su segundo demostró que piensa y plantea delante de la cara del novillo. Como si fuera un sacacorchos, el hidrocálido dejó templados naturales y pasaportó al novillo de una estocada tendida y trasera que necesitó un golpe de descabello.

Jorge Rico no se acopló en sus oponentes. El alicantino utilizó el descabello sin dejar estocada alguna en sus dos novillos y en su segundo, se vislumbró algo su clásico concepto pero el novillo acusó la pelea en el tercio de varas. Floja novillada de El Parralejo pero con más remate en los cuartos traseros que las dos corridas de toros que ya se han lidiado en la feria. La gente salió de la plaza con las manos heladas pero con un nombre en la cabeza.