¿Cómo se encuentra?
Gracias a Dios, me encuentro bien bajo los efectos de los calmantes y analgésicos. Mi situación es estable, pero tengo lógicas molestias por las intervenciones. Estoy contento porque han sido dos cornadas que podrían haber acarreado serios problemas. Dios ha desviado el pitón en la cornada de la axila para que no llegara al corazón y al pulmón, y en la pierna para que no llegara al triángulo de Scarpa. La evolución es continua y favorable.
¿Cómo ha pasado la noche?
Bastante agradable dentro de lo que cabe y me han atendido fabulosamente en el Hospital Casa de la Salud. Me he despertado bastantes veces pero sin dolores. También agradezco a los doctores Carbonell y Zaragozá que, además de intervenirme en la plaza, han venido a verme a la habitación y me han atendido muy bien.
¿Qué cornada de las dos le duele más?
La del pecho es la que más me está molestando porque ha roto algunos tejidos de la cavidad pulmonar y esa zona es muy delicada.
¿Qué significó la tarde de València?
Una muestra de mi identidad y un respeto a la afición de esa plaza. Llevo muchos años viniendo a València, siempre me ha recibido con mucho cariño y no podía fallarles. Este año ha sido especial porque hay un revulsivo importante de toreros jóvenes y mis veintitrés años de alternativa se tienen que notar en el ruedo. No quiero dejar de poner el pie en el acelerador y demostrar que tengo capacidad para seguir en las ferias. Mi objetivo es no defraudar a la afición.
Prueba evidente de su objetivo es la tarde de València con el «fuenteymbro» que le infirió las dos cornadas?
Efectivamente, esa era mi obligación. En mi primer toro tuve sensaciones muy positivas y creo que estuve a buen nivel. Pude cortarle una oreja pero el presidente no atendió a la petición que pareció mayoritaria. Mi segundo toro tuvo más complicaciones por esa embestida con cierto carbón, iba buscando siempre al torero, y de ahí que me cogiera y me diera las cornadas en el pecho y en la axila.
¿Cómo se plantea el inicio de temporada?
Soy un hombre muy afortunado y tengo la suerte haber cortado una oreja en València y si el peaje son estas dos cornadas, lo asumo con total humildad. Soy consciente de que salgo a la plaza a entregarme en cuerpo y alma. Estoy feliz porque me encuentro muy fuerte y tengo a mi familia apoyándome. La ciencia de la medicina está muy avanzada y pronto estaré vestido de luces.
¿Ha hablado con los médicos de los plazos de recuperación?
La evolución se notará en los próximos días y cuando me quiten los drenajes decidiremos los plazos. Mi intención es estar en Castelló el próximo 19 de marzo. Yo mismo me voy a marcar las pautas porque no hay mejor médico que uno mismo en el caso de la recuperación.
