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Lo que el aficionado no ve

La trastienda de una tarde de toros valenciana

El Equipo Taurino de la plaza de València realiza una árdua labor horas antes del festejo

La trastienda de una tarde de toros valenciana

La fiesta de los toros, como todo espectáculo de masas, está regulada con normas de obligado cumplimiento por parte de todos sus participantes. El presidente es la máxima autoridad, el que dirige y toma las decisiones; el que garantiza el cumplimiento de la legalidad y vela por la integridad de una corrida de toros.

El primer paso, con una antelación mínima de veinticuatro horas con respecto a la hora anunciada para el comienzo del espectáculo, es el desembarque de las reses en las corrales, que se efectuará en presencia del presidente del festejo, el delegado gubernativo junto a un veterinario. Tras el viaje de las reses, se procederá al pesaje: los cuatreños, en una plaza de primera, deben de tener un peso mínimo de 460 kilogramos. Julio Soriano, veterinario de la plaza de toros de València, afirma que «el primer reconocimiento se establece en base en la buena condición corporal del conjunto de una corrida y que cada uno de los individuo tengan las astas íntegras, la bolsa escrotal en el sitio, que no tengan cojera y que los ojos estén bien». Durante la mañana del festejo se realiza la segunda exploración del encierro donde se «revisa que no haya ningún cambio sustancial en el estado físico del animal». Horas antes de la corrida, la empresa presentará al delegado gubernativo, para su inspección, cuatro pares de banderillas por cada res que haya de lidiarse y dos pares de banderillas negras por res, donde el cuerpo del arpón será de 12 milímetros. Según el reglamento, «las banderillas tendrán una longitud de palo no mayor a 70 centímetros. El arpón, de acero cortante, tendrá una longitud de 60 milímetros, de los que 40 milímetros serán destinados al arponcillo, que tendrá una anchura máxima de 16 milímetros».

La garrocha de picar tiene dos metros y medio de palo y 75 milímetros de puya. En las novilladas, tiene tres milímetros menos. Ángel Górriz, puyero de la plaza de toros de Valencia, expresa que «para montarla hay que tener en cuenta el alabeo del palo para poner la parte de la pirámide cortante abajo».

En el sorteo se procederá al apartado de las reses según el orden de salida al ruedo determinado por el azar. Después de todo, el Equipo Taurino, desinteresadamente, levanta catorce actas, el presidente saca el pañuelo blanco y suenan clarines y timbales..

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