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Toros

Los veterinarios de la plaza no hicieron las primeras curas al toro indultado

El ganadero Justo Hernández asegura que los profesionales del coso de la calle Xàtiva rechazaron a «Pasmoso» porque estaban «fuera de su horario laboral»

López Simón, simula entrar a matar a «Pasmoso», el toro indultado el domingo por la presidencia en la décima corrida de la Feria de Las Fallas. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

Justo Hernández, propietario del toro al que se le perdonó anteayer la vida en València, ha afirmado que el equipo veterinario de la plaza de toros del Cap i Casal se negó a efectuar las primeras curas de urgencia al animal en las dependencias del coso taurino, una vez finalizado el festejo que cerraba la Feria de Fallas.

El ganadero sostiene que los veterinarios no se quisieron hacer cargo de «Pasmoso» porque, al fin y al cabo, «ellos son funcionarios y estaban fuera de su horario laboral». Según relata Hernández a Levante-EMV, «tuve que poner una persona para que le quitara las banderillas y le pusiera los primeros antibióticos antes de trasladarlo a nuestra finca de Salamanca». El animal salió a las 23:00 horas del domingo 19 de marzo de la plaza de toros de Valencia y llegó la mañana de ayer lunes a la finca salmantina.

Por su parte, un miembro del equipo veterinario de la plaza de toros ha manifestado que el ganadero «reclamó nuestra ayuda para curarlo en primera instancia, pero minutos después lo canceló a través de la empresa y nos dijo que se llevaba al toro tal como estaba y que le haría las curas en la ganadería. No nos dio ninguna razón más por la que no nos dejaba actuar».

«El ganadero es el propietario del animal -continúa el citado veterinario- y es él quien decide cómo quiere manejar la situación. La cura de un toro indultado no es competencia de los veterinarios de servicio. No obstante, si el propietario del animal nos requiere para que le ayudemos, le echamos una mano». «Nosotros teníamos todos los dispositivos preparados para curar a 'Pasmoso', la empresa también entendía que cuanto antes se le hiciese una cura, mucho mejor. Lo que está claro es que el toro no se curó por los veterinarios de servicio y, hasta donde yo sé, por nadie más», concluye.

Atención rápida

Sobre la importancia de las primeras curas a un toro recién indultado, el veterinario es claro: «cuanto antes se le administre un antibiótico, más fácil son de controlar las infecciones. Hay que estabilizar el estrés y la inflamación». Hay veces que ciertos ganaderos, según su relato, que van con un veterinario siempre detrás y toman muestras de sangre cuando termina el festejo para sus estudios. «Y muchas veces, es el veterinario del ganadero quien cura al animal», finaliza.

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