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Crítica musical

Brahms proyectado

Obras de Johannes Brahms

Sociedad Filarmónica de València Palau de la Música (valència)

Intérpretes: The Brahms Project (Josep Colomé, violín; Joaquín Riquelme, viola; David Apellániz, violonchelo y Enrique Bagaría, piano)

Nuevo monográfico en la SFV, esta vez dedicado al compositor y gran pianista alemán Johannes Bramhs. Denostado por Chaikowsky y Wagner pero admirado por Schoenberg, quien realizó una interesante transcripción de cámara del «Cuarteto n.1 Op. 25, en sol menor», fue esa, precisamente, la obra elegida por los solistas visitantes para cerrar el programa. Editada en Bonn como QUARTETT fur Pianoforte, Violine, viola und violoncello, da idea del papel del teclado, lejos de ser un mero escolta acompañante sino que le otorga un espacio notable con una escritura tenaz tejida con las diferentes líneas melódicas y motivos de las cuerdas en esta pieza de juventud escrita a los 28 años. Se trata de un texto valiente y demanda no poca preparación técnica de los intérpretes, lo cual demostraron con creces los de The Bramhs Project.

Procedentes de Cataluña, Murcia y País Vasco son músicos de alta gama y largo recorrido que dominan sus instrumentos y controlan, con musicalidad, los pentagramas elegidos. Quizá el «Allegro del Op.25» tuvo algún momento descompensado pero el virtuosismo despiadado, expuesto por todos sus componentes en el «Rondo alla zingaresa», no dejaron duda alguna de la calidad de de sus versiones.

De cualquier manera, al inicio del programa con el «Cuarteto no 3 en Do menor, Op.60», al primer acorde de Bagaría, dado con autoridad y energía -pero sin dureza alguna-, dejó constancia del nivel de calidad que nos esperaba. Las tensiones fueron sucediéndose hasta culminar en un clímax que demostró la comprensión del universo de este último romántico, admirador de Bach, Mozart y Beethoven. El «Andante con moto», sin duda el momento estelar de la noche, tanteado en una sentida atmosfera por el dúo de Apellániz al cello y Bagaría al piano, ambos inspirados y con hermoso sonido. Ipso facto se incorporaron el violín de Colomé y Riquelme a la viola de manera exquisita. El «Allegro comodo» del «Finale» fue servido sin aspavientos mas con espléndida seguridad técnica y un verdadero despliegue de matices. Lástima que no tuvieran a bien regalarnos una propina de corte diferente.

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