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Suceso misterioso

El extraño caso del cuerpo incorrupto de Granero

El hallazgo fue una de las noticias destacadas en la sociedad valenciana del año 1960

El extraño caso del cuerpo incorrupto de Granero

Manuel Granero Valls -el torero que pudo reinar tras la muerte de Joselito, «El Gallo»- fue protagonista de la actualidad valenciana de finales de 1960. Corría el mes de julio cuando la familia del malogrado diestro decidió acometer una serie de mejoras en el panteón familiar. Los obreros contratados para tales efectos no pudieron resistir la curiosidad y pidieron permiso a Consuelo, la hermana del malogrado diestro, para levantar la tapa de madera que cubría el cristal del féretro. Ante su asombro, el cuerpo de Granero presentaba el mismo estado del día del entierro.

En un principio el descubrimiento no trascendió el círculo de amistades de la familia hasta que el semanario taurino «Dígame» se hizo eco del suceso: «Se dice que personas que han visto recientemente el ataúd donde reposan los restos de Manolo Granero, han podido comprobar que las facciones del diestro que murió de una cornada en la plaza de Madrid el 7 de mayo de 1922, conservan su natural fisonomía». La noticia suscitó numerosos comentarios y su publicación en el periódico de la tarde «Madrid», en su edición del 4 de noviembre de 1960, multiplicó su alcance.

La imaginación de los valencianos hizo el resto. Tal era la fama del diestro local entre sus paisanos que algunos ciudadanos, movidos sin duda por su buena voluntad, plantearon la posibilidad de que la Iglesia estudiara el caso con el fin de que se le proclamara santo. Se generó, entonces, un gran revuelo y el arzobispado solicitó a las autoridades locales que aclararan lo sucedido.

Una explicación científica

El doctor Luis Valls, jefe municipal de Sanidad y médico jefe de los servicios de enfermería de la plaza de toros, fue el encargado de investigar el singular hecho. Tras las oportunas pesquisas, el galeno redactó un informe técnico que desvelaba el misterio. En una entrevista concedida al periódico «Levante» el 5 de noviembre de 1960, explicaba lo sucedido: «Manuel Granero fue embalsamado para ser trasladado a Valencia. Y esto se hizo porque entonces había una disposición sanitaria que obligaba a realizar esta operación a todos los cadáveres que tuvieran que ser trasladados a más de diez kilómetros del lugar de fallecimiento (€) Yo he realizado muchos embalsamamientos en mi vida profesional y, cuando la operación está bien hecha, el cuerpo puede mantenerse como se dice que está el de Manolo Granero, más de 100 años (€) Todo es, pues, normal, completamente natural y, por lo tanto, la noticia, ni a noticia llega para cualquiera que no sea profano en la materia».

Efectivamente, los doctores Manuel Fritz y Enrique Slocker fueron los encargados de amortajar el cuerpo del diestro valenciano para su viaje desde Madrid. Una operación que, como reconoció su hermana Consuelo, costó 7.500 pesetas de la época que, pese al penoso estado en el que quedó Granero después de la cogida de «Pocapena» , era una fuerte suma de dinero. La tranquilidad volvió a presidir las conversaciones de los valencianos y ya nadie volvió a sugerir que se declarase santo al torero. La paz volvió a reinar en el mausoleo de Granero de una vez por siempre.

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