La buena música puede degustarse tan bien como una buena cena. El compositor valenciano Carlos Pellicer lo sabe bien. Ha compuesto una pieza musical en tres tiempos que se sirven a modo de tres platos. El aperitivo, algo ligero para abrir boca; el principal, aquél en el que el chef imprime su expresividad; y el postre, algo breve pero con ritmo para terminar bien la velada. En este caso, un «American Pie», una tarta muy famosa en Estados Unidos entre la población latina.

La obra, Menú, se presentó a principios de mes en Bilbao interpretada por la banda municipal de la ciudad y dirigida por su director José Rafael Pascual Vilaplana. Aunque no estaba en su plan inicial, una semana después de esa primera representación, la pieza empezó a dar la vuelta al mundo. «Todavía no me lo puedo creer, queríamos hacer algo grande pero no me imaginé esta acogida», aseguró el compositor.

Al tratarse de una pieza «viva» y apta para todos los públicos, la editorial pensó que había que «sacarla de gira», y decidió enviar a bandas de todo el mundo las partituras completas y los materiales necesarios para su interpretación. Adjuntó una propuesta de colaboración en la que los directores se ofrecía a los directores representar la obra con sus propias bandas y en sus propios países. Casi todos aceptaron, y de momento, Pellicer tiene anotados en la agenda 18 conciertos en 18 lugares diferentes. Le han respondido desde Noruega, Portugal, Estados Unidos, México, Brasil, Taiwan o Singapur. «Las bandas asiáticas no se creían que el material fuera gratis, pensaban que lo tenían que devolver», relató a modo de anécdota.

Para él, reconoce, se trata de un proyecto «apasionante». «Llevaba mucho tiempo pensando en ser capaz de hacer algo así, hacer un estreno de una obra por país, sólo una representación por país, y ahora estamos en ello», aseguró.

Este mes ha viajado hasta Holanda, dónde ha hecho su segundo debut con la Banda de la Guardia Real. «Una banda militar muy profesional, de las más prestigiosas del mundo», recalca Pellicer.

Sin embargo,no podrá asistir a todos los estrenos. Es profesor de secundaria y dirige la banda municipal de Lluxent. «Como mínimo hay un concierto al mes, me gustaría ir a todos pero no podrá ser», lamentó. De momento tiene los vuelos para asistir a Francia en junio y a Inglaterra en octubre, pero quiere fijarse más visitas.

Reconoce que «ha sido una sorpresa» y que sin una editorial detrás no podría haber debutado en este escenario internacional: «Han enviado todos los materiales a las directores, con un valor de casi 200 euros por banda».

La obra es original para banda sinfónica pero también han hecho una adaptación para «Bass bands», o bandas de metal.

La convocatoria sigue abierta al mundo y Pellicer espera que pueda probarse «su menú» en muchos más lugares. De momento, estará de viaje hasta el próximo 30 de diciembre.