El actor y director Aitor Merino participó ayer en el festival Docs València, en el que habló sobre su experiencia tras la cámara con el documental Asier ETA Biok (Asier y yo). El cineasta explicó el proceso de creación y las dificultades por las que pasó para la filmación y exhibición de su cinta, que narra la amistad desde niño que le une al exmilitante de ETA Asier Aranguren.

Su planteamiento no era «humanizar» al protagonista, sino «conocer otros puntos de vista» y ser capaz de explicar a sus «amigos de Madrid» su amistad con un miembro de la banda armada, dijo. Al final «el conflicto lo tenía yo, porque mi amigo era de ETA». El actor, que dejó bien clara su postura en contra de la violencia, recordó que la película tuvo «muy buena acogida en el País Vasco, Madrid y Barcelona», aunque la detención de Aranguren días antes del estreno hizo que muchas salas se echaran para atrás. «En València no se vio», lamentó Merino. Sin embargo, el festival de documentales lo proyectará esta tarde en el Octubre Centre de Cultura Contemporània.