Norberto Martínez, exsubdirector de Publicaciones del IVAM, afirmó ayer ante la jueza que investiga presuntas irregularidades en el museo que cobró 4.000 euros por elaborar cuatro capítulos de la tesina del artista Rafael Blasco, conocido como Rablaci -hijo del exconseller Rafael Blasco, actualmente en prisión, y de la exdirectora del IVAM, Consuelo Ciscar-, y ha admitido haberle redactado textos «por hacer un favor» a su madre, la exdirectora del centro.

Martínez se pronunciaó así en su declaración, en calidad de investigado, ante la jueza que instruye presuntas irregularidades en el museo durante la época de Ciscar.

El investigado explicó a la jueza, durante alrededor de tres horas, que se encargó de redactar varios textos para Rablaci. Indicó que no cobró nada por estos trabajos.

Noberto Martínez explicó a Europa Press que en su declaración dejó claro que estos trabajos los hacía cuando mantenía una «relación laboral externa» con el museo, y no desde el propio Instituto. Asimismo, añadió que él aceptó el encargo de los textos a título personal, como «freelance».

Según ha podido saber Europa Press, recibió 4.000 euros por elaborar los cuatro capítulos de la tesina del hijo de Ciscar -1.000 euros por capítulo-. Este dinero, dijo en la declaración, se lo abonó la exdirectora en efectivo en su despacho del IVAM.

Norberto Martínez expuso que en ese momento, cuando se le encargaron los trabajos de redacción de textos, desconocía la utilidad que se le iba a dar a los mismos. De hecho, pensaba que eran para la carrera académica de Rablaci y no para la profesional, como finalmente fue.

Diez investigados

En esta causa hay 10 investigados: Martínez; Ciscar; «Rablaci»; el exsubdirector de Administración y Finanzas del centro de arte, Juan Carlos Lledó; la exsubdirectora técnico Artística, Raquel Gutiérrez; el exsubdirector de Gestión Interna Juan Bría; el técnico de acción exterior Jorge García Vallés; un empresario, el administrador de Valsatrans y Logística del Arte, Enrique Martínez; Pilar Mundina, que ejercía como la asistenta personal de Ciscar en viajes; y María Ángeles Valiente, jefa de Departamento de Desarrollo en el museo.

La causa nació en julio de 2015 tras una denuncia de la Fiscalía y se investiga el uso de los medios del museo para la promoción artística del hijo de Ciscar, además de supuestas irregularidades en la adquisición de obras de arte y en la contratación de publicaciones por los que se habrían pagado importantes sobrecostes.

En concreto, un informe policial incorporado a la causa contempla que Ciscar utilizó a cuatro trabajadores del museo para promocionar la carrera profesional y hacer el currículum a su hijo artista. Funcionaban a modo de una «estructura piramidal organizada», señalaba el escrito.

Por su parte, Rablaci era «conocedor» de que personal del IVAM, a las órdenes de su madre, participaba «activamente» en la gestión y elaboración de sus exposiciones en el extranjero así como de su currículum vitae.