Joaquín Sorolla (València, 1863-Madrid, 1923) fue el pintor más internacional de su tiempo. Hoy su firma es de las más codiciadas en las subastas de Londres y Nueva York, entre otras «plazas» mundiales. Precisamente en la capital británica saldrá a la venta mañana un lienzo inédito del valenciano, Muchachas griegas en la orilla, por un precio de salida de entre 800.000 y 1,1 millón de euros.
Según explica a Levante-EMV, Aurora Zubillaga, consejera delegada de Sotheby´s en España -casa de subastas que pone a la venta la obra- este lienzo temprano de Sorolla resulta «excepcional» tanto por su temática como por su composición. Se trata de un gran lienzo (188,5 x 175,5 centímetros) encargado por el marqués de Valdeterrazo a Sorolla en 1895, para decorar su palacio de la calle Hortaleza en Madrid.
El artista valenciano se inspira en las temáticas neogriegas, siguiendo las obras tan de moda en esos años de artistas como sir Lawrence Alma-Tadema, con el que mantenía una estrecha relación. Sorolla acababa entonces de ganar una primera medalla de oro en el Salón de París y, con esta pintura, demostraba de nuevo estar plenamente integrado en las corrientes artísticas internacionales.
Esta obra, señala la experta, respira la atmósfera de las escenas mediterráneas de Sorolla, con especial atención al movimiento del mar y a los efectos de la luz sobre las coloridas adelfas y flores de almendro de la orilla. Las túnicas blancas de las muchachas presentan matices de blanco, tal como Sorolla realizaba en sus mejores lienzos.
Año de inflexión para el pintor
La obra fue pintada por Sorolla en un año que marcó un punto de inflexión en su carrera. En 1895 envió su obra maestra monumental Retorno de la pesca al Salón de París, donde recibió uno de los mayores honores posibles para un pintor extranjero y fue adquirido por el estado francés para el Musée du Luxembourg en París (actualmente está en el Museo de Orsay).
Conocida es su fama internacional, pero también dentro de las fronteras de su país. De ahí que el marqués de Valdeterrazo encargara este lienzo a Sorolla en 1895, para decorar su palacio de la calle Hortaleza. «De hecho, fue claramente un éxito, ya que Valdeterrazo encargó otro lienzo de Sorolla cinco años después», explica Zubillaga.
Según las fechas, el encargo lo habría hecho Ulpiano González Olañeta (1876-1928), segundo marqués de Valdeterrazo, cuyo título nobiliario fue creado en 1864 por la reina Isabel II a favor de su padre, Antonio González, presidente del Consejo de Ministros entre 1840 y 1842 y del Congreso de los Diputados en 1836, entre otros importantes cargos políticos. Siendo ya marqués quien encargó este cuadro a Sorolla, el rey Alfonso XIII concedió a este título la Grandeza de España.
«Sorolla estaba muy bien relacionado entre la aristocracia y la alta burguesía madrileña, donde había sido introducido por su íntimo amigo, el pintor Aureliano de Beruete. En estos momentos, su fama como decorador era ya muy notable. De hecho, al año siguiente, realizó otra decoración de la misma temática para el famoso terrateniente chileno Rafael de Errázuriz», señala la responsable de Sotheby´s España. Este lienzo fue adquirido por un coleccionista particular en 1985, tras haber permanecido en la familia de los marqueses de Valdeterrazo, para quien Sorolla pintó la obra. «En este sentido, esta pintura supone un descubrimiento», apunta la portavoz de la casa de subastas en España.
En opinión de la experta, «sin duda, se trata de un momento muy interesante para la venta de Sorolla, tras las recientes exposiciones en todo el mundo sobre su pintura internacional», motivo por el que quizás su dueño haya decidido desprenderse de ella ahora. Muchachas griegas en la orilla saldrá a subasta con una estimación entre 700.000 y un millón de libras esterlinas (800.000 y 1,1 millón de euros), aunque «la magia de las subastas» hace que la cifra final no se pueda saber hasta que concluya la subasta. «Se trata de una gran pintura, con una procedencia y una historia muy interesantes, que compila lo mejor del Sorolla temprano», señala.
Opciones de revalorización
Respecto al perfil del comprador de Sorollas, Zubillaga explica que «los grandes artistas internacionales, como este caso, resultan interesantes siempre. Su pintura destila frescura y enamora, pero, a la vez, está basada en conceptos estilísticos muy estables. De esta manera, es un artista muy adecuado para cualquier coleccionista que compre con el corazón buscando una inversión muy segura y con opciones de revalorización».
Al respecto, añade que el maestro valenciano «es un pintor muy cotizado internacionalmente. Su pintura se integra dentro de las corrientes artísticas internacionales de finales del siglo XIX, siendo considerado uno de sus más importantes representantes. El mercado internacional es el más interesante para las piezas importantes de Sorolla», concluye.
