«Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada», dice Max Estrella en la mítica escena duodécima de Luces de Bohemia. «¡Miau! ¡Te estás contagiando!», le responde Don Latino. El gran coloquio inventado por Vallé-Inclán persigue al teatro, y a esos premios en honor al personaje de Don Ramón María. Una cita anual para tomar la temperatura del enfermo y al mismo tiempo reivindicar el espacio que las artes escénicas se merecen. Además de reclamar un mejor trato de las administraciones públicas.

La gala de los XX Premios Max fue un clamor contra los contenidos machistas, uno de los factores educativos que provocan la discriminación de las mujeres, al tiempo que una invitación para que las autoras, directoras, actrices, técnicas y gestoras tengan el sitio que se merecen en el escenario cultural. Si en el mundo literario, ya se habla de lectoras como el público mayoritario, anoche en Les Arts se comprobó que el derroche creativo es tan libre como la luz y la mar, en femenino, como auguraba desde el inicio la entrada de la Banda Sinfónica 8 de Marzo, formada por mujeres.

Había alegría en la patio de butacas, tanto entre los nominados que se quedaron a las puertas de los premios, así como entre el resto de invitados. La presentadora Ana Morgado estuvo muy bien, y acertadas, como siempre, Noèlia Perez y Josep Sabater los creadores de esa pieza fantástica de «Two ladies or not two ladies».

«Vivan las artes escénicas»

Hubo un bueno guiño al Corredor Mediterráneo y un merecido recuerdo a Lorca que ayer se celebraban los 119 años de su nacimiento. También al bombardeo de Guernica y lo que supuso, y también el reclamo de la importancia de la Memoria Histórica, también para sacar de la invisibilidad a las mujeres.

Cierto que hay muchas salas que cierran, pero también se abren nuevos espacios. Anoche se oyó que los equipamientos culturales son básicos en las sociedades que se precian, y el músculo exhibido durante toda la noche demuestra el optimismo creativo no es ningún disparate. Basta con gestionar bien el torrente artístico, y para demostrarlo ahí estuvo Carles Santos con el Cor de la Generalitat.

«¡Viva el público y la comedia!» exclamó la mejor actriz a Lucia Mencia, mientras que Ángel Ruiz aprovechó el premio a mejor actor para recordar que el teatro debe ser «una bofetada a las conciencias. La presidenta de la SGAE, Inés París, lo resumió muy bien con un «vivan las artes escénicas», y es que como dice Don Latino en Luces de Bohemia, el teatro se contagia. Y mucho.