Por la explanada del IVAM han pasado piezas escénicas, obras de Juan Ripollés, de Andreu Alfaro y hasta esculturas que han sufrido actos vandálicos. Con la intención de que este espacio abierto estuviera integrado en la programación del museo y en la agenda cultural de València, el IVAM ha cedido su explanada en numerosas ocasiones para festivales urbanos como Vociferio, y la ha utilizado como una sala expositiva más, con tal de invitar a los ciudadanos a visitar sus muros.

De hecho, durante la retrospectiva dedicada a Andreu Alfaro en 2007, el museo -por aquel entonces dirigido por Consuelo Císcar- colocó dos obras del escultor valenciano en su explanada a modo de bienvenida. También expusieron en este espacio abierto el artista valenciano Juan Ripollés o la polaca Magdalena Abakanowicz, a quién el museo dedicó la primera retrospectiva en España en el año 2008.

Sin embargo, uno de los episodios que más se recuerdan de este espacio fueron los actos vandálicos que sufrió la pieza del artista mallorquín Bernardí Roig en 2009. El propio autor de los hechos, un hombre de 32 años licenciado en Bellas Artes, aseguró a Levante-EMV que la escultura le provocaba «asco». El acusado empujó con manos y pies la escultura hasta tirarla al suelo, causándole diversos daños. La pieza, valorada en unos 80.000 euros, formaba parte de la exposición «Shadows must dance» y representaba una figura humana blanca tirando agua por la boca.