El recién presentado director de la Orquestra de València, el valenciano Ramón Tebar, visitó ayer por la tarde el programa Última pàgina de LevanteTV tras una jornada dedicada a los medios de comunicación. Durante la entrevista con Gustavo Clemente, preguntado por si él era más de «seguir la partitura o dejarse llevar por la improvisación», Tebar fue contundente: «Me gusta dejar un margen de improvisación en el concierto, la adrenalina motiva a indagar qué hay detrás de la partitura y qué quiso decir o quiso comunicar el compositor que no es visible en las notas». Su forma de dirigir es exigente, como lo es él.

«Me exijo mucho en la vida y en la música». Es estricto (pero no autoritario) y muy riguroso. Por otra parte, el maestro, que pasa mucho tiempo en el extranjero debido, entre otras cosas, a su cargo como director titular de la Florida Grand Opera de Miami, piensa que España ha avanzado en muchos sentidos pero que, sin embargo, existen algunos aspectos en los que ve a nuestro país «parado».

«La educación cultural y concretamente, la educación en las artes musicales es un ámbito en el que falta conocimiento». Según contó ayer en Última pàgina, después de las palabras, la música es el otro lenguaje que más utilizamos y a pesar de eso no todo el mundo sabe leer música.

«La enseñanza musical debería caminar en paralelo con la enseñanza lectora», opinó. Tebar piensa que los niños asimilan antes el lenguaje musical pero éste ha quedado relegado a un segundo plano. Así todo, «la música es el lenguaje que entra en rincones donde la lectura no puede entrar», afirmó ayer.

Por otra parte, el director afirmó que «la música refleja lo que sucede en la sociedad». Por eso, cuando es tratada por «genios», actúa, a su juicio, como un «termómetro» de denuncia, de anticipación, de reivindicación.

Para Tebar, València suena a músicas diferentes. La primavera sonó a melodías impresionistas francesas y el mes de marzo, es para el director de orquesta, una etapa que suena a percusión. «Las fallas, las ´mascletàs´, sin duda es percusión». El verano de València sonará a redobles hasta que llegue septiembre y Tebar nos sorprenda con la próxima melodía.