En el FIB de 2013 se imponían dos temas de conversación. Uno subrayaba la incertidumbre sobre los problemas económicos y el futuro del festival, que aquel año anduvo cerca de no celebrarse. El otro tenía nombre y apellido: Jake Bugg. El británico actúa en Borriana esta noche. En el Arenal Sound, a la vista está, no hay problemas económicos ni espacio para la incertidumbre.

En el verano de 2013, Jake Bugg tenía 19 años. En la zona VIP del FIB se aplicaba a fondo en partidas de ping-pong con sus compañeros de banda. Lo hacía con tanta naturalidad como con la que gobernó después el escenario principal. Bugg era entonces la última sensación y ahora en el Arenal casi parece viejo, con 23 años. El Bugg adolescente ni se inmutaba en la comparación con Bob Dylan. Ya había sido apadrinado por The Stones Roses y Noel Gallagher. Saltó a la fama cuando la BBC escogió su tema Lightning Bolt para aderezar las gestas del velocista jamaicano, Usain, en los Juegos Olímpicos de Londres. Entonces dejó de ser el secreto mejor guardado del Reino Unido para ser el tesoro más preciado del continente.

En aquel FIB sonó tan fresco y genuino como debía. DespreocupadoLo hizo entre Black Rebel Motorcycle Club y The Killers, los cabezas de cartel, y mantuvo el pulso con aire sobrado. Repitió en el siguiente, aupado al horario estelar. Jake Bugg es en 2017 y en el Arenal Sound una especie de anacronismo. Con los matices del progreso alrededor, sigue siendo una oda a lo básico: una voz, una guitarra y una melodía.

En cartel

Jake Bugg da lustre al cartel del Arenal. El británico actúa esta noche en Borriana a las 22.15 horas. Relevará en el escenario principal a los veteranos Sidonie. Le seguirán el doblete sueco de The Royal Concept e Icona Pop, otras apuestas internacionales. Cerrará el holandés Fedde le Grand. En otros escenarios destacan Viva Suecia, León Benavente, Amatria y Nothing but Thieves, entre otros.

Jake Bugg representa una de las caras del Arenal Sound, el festival más multitudinario del verano, que reúne durante el fin de semana a casi sesenta mil asistentes. Otra cara básica y brillante del festival es la de los youtubers, instagramers e influencers.

Arenal Sound ha hecho gala desde sus inicios su buena relación con varios youtubers e influencers españoles. En anteriores ediciones fue el trampolín con el que Dulceida -que cuenta sólo en la red Instagram con casi dos millones de seguidores- despegó su faceta como deejay, y desde enconces no ha fallado a ninguna edición de su festival fetiche rodeada de su habitual séquito de fotógrafos y ayudantes.

Este año, además, la cantante Bely Basarte, con 400.000 seguidores en Youtube, y conocida por sus vídeos en los que aparece versionando canciones famosas, y en los últimos tiempos interpretando también muchas propias, encandilaba a un entregadísimo público, con su característica voz y su espontaneidad, y actuó por primera vez en un escenario de gran magnitud frente a una multitud que no paró de aclamarla.

Ayer se abrieron los escenarios principales de la mano de la música española. Miss Caffeina y Lori Meyers calentaron el ambiente antes de la madrugada. Allí se esperaban actuaciones multitudinarias a cargo de Bastille, Jonas Blue y sobre todo Martin Garrix.