Las donaciones son parte fundamental de la colección que nutre los fondos del Museo de Bellas Artes de València. Ayer mismo Levante-EMV adelantó que las nietas del bibliófilo Nicolau Primitu -intelectual que da nombre a la Biblioteca Valenciana- han donado a la pinacoteca de la calle San Pío V un retrato de su antepasado, pintado por el artistas costumbrista Ismael Blat en los años 50. La «racha» de donaciones continúa apenas 24 horas después con la llegada al museo del mural Alegoría de la Prosperidad, del célebre escultor valenciano José Esteve Edo (1917-2015).

La obra ha sido donada por el exdirector del museo de l´Almodí de Xàtiva Mariano González Baldoví y cuenta con unas dimensiones de 360 x 400 x 20 centímetros. Se trata de un relieve en piedra encargado entre 1973 y 1974 para decorar el vestíbulo de la sucursal del Banco de Vizcaya de Xàtiva y que el donante vio in situ, explican desde el Bellas Artes. Fue desmontado en 1988 tras el cierre de la sucursal al fusionarse con el Banco Bilbao, recuerdan. «Desde entonces ha estado almacenada hasta que se ha producido la oferta de donación», indican desde la pinacoteca valenciana.

Se trata de un altorrelieve de piedra, en bloques que se han de encuadrar, con seis figuras que en diferentes posturas y actitudes se reparten por la composición; una se apoya en un fragmento de columna dórica, otra porta un plato a modo de ofrenda que parece recibir otra de las figuras, otra lee un libro, otra porta una rama de olivo, mientras otra descansa. «La composición resulta totalmente plana, sin perspectiva, propio de un arte contemporáneo, pero donde se juega con el tratamiento de la superficie rugosa», explican fuentes del Bellas Artes.

Desde allí recuerdan que Esteve Edo realizó otro relieve de temática similar al ahora incorporado a las colecciones del museo, concretamente, el del Centro de Cálculo de la Caja de Ahorros de València (en la calle Cardenal Benlloch). Fue realizado en 1972 y representa diferentes conceptos como el comercio, la navegación, la industria, el trabajo, la cultura y la contabilidad.

Esteve Edo se formó en la Escuela de Artesanos y de Artes y Oficios de València, así como en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, donde fue profesor y académico. Viajó por Europa y América en busca de nuevas visiones y técnicas, de ahí la influencia que recibió de Alberto Giacometti, a quien conoció personalmente. Fue miembro fundador del Grupo Parpalló y destacó, entre otros trabajos, por su participación en la construcción de la Custodia de la Catedral de Valencia, que se inició en 1940. Esculpió imágenes que se conservan en los Jardines del Real, en los Jardines del Antiguo Hospital, en la plaza del Temple, en las Alameditas de los Serranos, o en la avenida Blasco Ibáñez.

El Museo de Bellas Artes cuenta ya con otras dos obras de este autor: un torso femenino en bronce y un desnudo masculino de título Minero (1945), que remite a una visión clásica de la escultura. Este altorrelieve completa la visión artística de Esteve Edo, tanto estilística como técnicamente», apuntan desde el museo. En cuanto al lugar de exposición, consideran que el lugar «más adecuado» -por su tamaño- sería uno de los patios del museo ya que «al disponer de una gran claraboya permitiría su conservación de forma adecuada». Y aunque su estado de conservación es «aceptable», esta necesitaría un restaurador para el proceso de instalación. En cuanto a la valoración económica de la pieza, la cuantía sería superior a los 6.000 euros, estiman desde el museo.

Para el director de la pinacoteca, José Ignacio Casar Pinazo, «la pieza se encuadra perfectamente en la política de adquisiciones del museo tal y como se define en su plan museológico. Es un relieve de un artista valenciano ampliamente reconocido y con una vertiente contemporánea incuestionable, que se manifiesta en su obra pero también en sus inquietudes artísticas al viajar, contactar con otros artistas y plasmarlo en el Grupo Parpalló como miembro fundador».

Además -continúa- «este tipo de obras de gran formato son difíciles de acceder puesto que suelen estar vinculadas a edificios y por tanto es una oportunidad única. El hecho de que sea una donación incorpora ese acercamiento de la ciudadanía a la institución que desde el plan museológico se está buscando y promocionando», concluye.