Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nocturnidad y melancolía

Obras de Manuel de Falla

y Modest Mussorgsky

palau de la música (valència)

Intérpretes: Orquestra de València. Director: José Miguel Rodilla. Adolfo Bueso, piano.

Dignísimo y brillante inicio de temporada en el Palau de la Música a cargo de la OV dirigida por el edetense José Miguel Rodilla, otra de nuestras batutas que recorre medio mundo y acompañando al valenciano Adolfo Bueso, en las Noches en los jardines de España de Manuel de Falla, gaditano de padre valenciano y madre catalana.

No es esta magistral partitura un concierto para piano y orquesta al uso. El propio Falla tituló la obra como impresiones sinfónicas- en 3 movimientos-, en los que el solista se enfrenta al reto de crear esa atmosfera de nocturnidad y melancolía que exige gran dominio técnico junto a la necesidad de crear un clímax evocador de los territorios de Al-Ándalus, respetando las indicaciones precisas que Falla plasmara. Bueso se mostró cómodo, contenido pero también lírico y artesano con un sonido limpio, transparente y matizado que hubiera requerido de volúmenes más ajustados por parte de la orquesta con tal de compensar sonoridades. Sus primeras Noches en València (hace años las tocó en Argentina), merecerían volver a ser escuchadas dentro de la temporada oficial de la OV.

La orquestación de la obra es densa y potente en la madera y el metal y de ahí que la labor del director demande un ejercicio de simetrías ponderadas al máximo. El maestro Rodilla estuvo justo en los tempi y atento en las coincidencias con el solista en los no pocos momentos de riesgo que requieren suma precisión y claridad, y él así lo entendió.

A los aplausos, Bueso ofreció una versión preciosista y diáfana de La puerta del vino, de Debussy, tan bien dibujada como disfrutada. Antes, Rodilla se marcó una garbosa versión de la Danza nº 1, de «La Vida Breve», de Falla, en la cual bailaron, con brío y salero, hasta los atriles. En la segunda parte, el maestro de Lliria «colgó» unos Cuadros de una exposición, de Mussorgsky/Ravel un tanto desparejos. Estas diez grandes miniaturas encierran la dificultad de tener que decir mucho en poco tiempo. Rodilla los entendió, legítimamente, con más pompa que circunstancia recurriendo a unas dinámicas que le supusieron un enorme y muy aplaudido éxito del público que llenó a rebosar nuestro primer Palau. Que siga la racha.

Compartir el artículo

stats