El Museo de Bellas Artes de València inaugurará el próximo 30 de noviembre la exposición «Inmaculada. La construcción barroca del Misterio de la Concepción de María», una muestra que reunirá 53 obras relacionadas con el dogma que proclama a la madre de Jesús libre de todo pecado desde su concepción.
Comisariada por el doctor y profesor de Historia del Arte de la Universidad Jaume I de Castelló (UJI) Pablo González Tornel, la muestra reunirá pintura, escultura, libros y estampas del Barroco español que harán un recorrido por la construcción del misterio que otorga a la virgen María su ausencia de pecado original. Entre los artistas que firman las obras que componen la exposición se encuentran Pedro Orrente, Francisco de Zurbarán, Jerónimo Jacinto Espinosa, Juan Sánchez Cotán, Pedro Duque Cornejo o Alonso Cano. Aunque el grueso de las obras datan del siglo XVII, también las habrá de principio de los siglo XV y XVI. En cuanto a la procedencia de los fondos, esta responde al «recorrido geográfico» de la construcción del misterio en España desde Sevilla hasta llegar a València, pasando por Madrid. De ahí que la muestra exhiba piezas de los museos de Bellas Artes de València, Granada y Sevilla; del Museo del Prado, de Huesca, Nacional de Escultura de Valladolid y de Historia de Madrid.
Asimismo, también habrá obras de los ayuntamientos y catedrales de València y Sevilla, la Universitat de València, la Biblioteca Valenciana, la Biblioteca Nacional de España, la Real Parroquia de San Andrés de València, los arzobispados de València y Sevilla, el Colegio Seminario del Corpus Christi de València y el Archivo Histórico Provincial de Granada.
Sobre la vinculación de este dogma de fe con València, el comisario ilustra que la ciudad jugó un papel «fundamental» en el proceso de identificación de la sociedad española con la defensa del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen. Como Sevilla durante las primeras décadas del siglo, València se convirtió en el centro del «fervor inmaculista» cuando en 1659 el valenciano Luis Crespí de Borja fue nombrado embajador extraordinario en Roma por Felipe IV. «El éxito de su embajada y su regreso a la capital del reino desataron en València una verdadera apoteosis inmaculista». «Los jurados de la ciudad y su universidad renovaron el voto de defensa de la Virgen, todos los gremios y corporaciones ciudadanas ocuparon las calles para celebrarlo con carrozas y altares efímeros y el mejor pintor del reino, Jerónimo Jacinto de Espinosa, se encargó de llenar València de imágenes de la Inmaculada Concepción», apunta el experto.
A través de cinco secciones, según avanza a Levante-EMV el comisario de la muestra (que se podrá visitar hasta el próximo 8 de abril), la exposición analiza, en primer lugar, las diferentes iconografías que atravesó la plasmación figurativa de la Concepción hasta encontrar su forma definitiva. Después, en una narración histórica, se muestra el inicio del apogeo concepcionista en Sevilla en 1615, la vinculación de la corona con su defensa y la culminación de su éxito en la València de 1662. En último lugar, se sitúa a la Inmaculada Concepción en el marco de las devociones hispanas del siglo XVII con el objeto de mostrar «por qué fue esta, y no otra, la que consiguió unir a todos los súbditos de la monarquía hispánica en una sola voz».
González Tornel insiste en que la exposición analiza la transformación de la Concepción de la Virgen en la «principal devoción de los reinos de España». «Las artes fueron capitales en esta fabricación y son ellas, sin necesidad de demasiada ayuda, las que narran el proceso». «Además -añade-, se ha buscado que el trabajo realizado para la muestra supusiera una investigación de calado, y para ello un nutrido grupo de académicos han tenido la amabilidad de colaborar en la aventura de componer un catálogo exhaustivo».
100.000 euros para el montaje
Mientras tanto, para el proceso de preparación de la exposición, la Conselleria de Educación ha sacado a licitación el servicio de transporte, montaje y desmontaje de las obras de arte que componen esta muestra por valor de 100.000 euros, más 21.000 en concepto de IVA, lo que suma un total de 121.000 euros.
