"Do it yourself" (Hazlo tú mismo) es el mantra que escuchan cada día Judith, Meritxell, Silvia y Mónica, cuatro artistas que desde muy jóvenes sintieron que la mujer no era un elemento visible en el mundo del arte. "No es que hagan falta más mujeres en la ilustración, la fotografía o el tatuaje, es que hace falta visibilizarlas", asegura Mónica. A ella se le ocurrió crear un colectivo de artistas que trabajara por mostrar su propio trabajo sin contar con mediadores. ¿Cómo hacerlo? El fanzine fue la respuesta. "Pensamos que era el formato perfecto para ser una especie de intermediario entre el público y las artistas", explica Mónica.
Zorras peligrosas, el fanzine de periodicidad anual que gestionan las cuatro artistas, va por su segundo número y ya ha mostrado el trabajo de casi un centenar mujeres. "¿Por qué un hombre tan agresivo? Si llamas a una persona 'gorda' unas treinta veces, el término deja de tener sentido. Algo así queremos hacer nosotras. El término 'zorra' ha sido utilizado para referirse de manera despectiva hacia las mujeres. Queremos adquirir ese supuesto insulto para hacerlo nuestro e inutilizar su significado hiriente". ¿Y lo de peligrosas? "Porque venimos pisando fuerte". El colectivo se identifica con el movimiento social y artístico del 'Riot grrrl', nacido en la década de los 90 en EE UU, que se sirvió de los fanzines como principal herramienta de difusión.
También sonido
Estas cuatro artistas proceden de Castilla y León, Cantabria y Asturias, pero desde hace varios años residen en València. De hecho, crearon el Peligrosas Fem Fest, un festival de música en Magazine Club de València y que contó con la participación de Soledad Vélez, Presas del Produkto y Rosy Finch.
"Zorras peligrosas es un proyecto multidisciplinar, es por ello que queremos incluir también el factor musical. Nos interesan aquellos grupos de mujeres que funcionan al margen de la industria musical. Queremos sacarlas del garaje para darles visibilidad", explica. El colectivo acaba de editar un CD recopilatorio, Aquelarre Sessions, con temas de grupos que se adhieren a esta forma de operar.
Catálogo de artistas
El primer número de Zorras peligrosas se centró en mostrar el trabajo de diversas profesionales en torno al título de la publicación a través de una convocatoria abierta. La gran variedad de artistas -sobre todo ilustradoras- acabó convirtiendo el fanzine en una especie de guía de artistas. "Muchas galerías han adquirido el primer número como un catálogo sobre el trabajo que están haciendo estas mujeres. Es algo positivo, pero a pesar de ello, consideramos que nos hemos centrado mucho en un tipo de identidad femenina. Es decir, en la mujer blanca heterosexual y de clase media. Ahora hemos querido ir más allá", detalla Mónica, ya que el segundo número de la publicación trata de recoger las impresiones de la comunidad LGTBI, la llamada 'gordofobia' o lo que significa para algunas mujeres hacer determinadas cosas que ni siquiera son un problema para los hombres, como el hecho de viajar solas. Según este colectivo, el precio de la publicación - 5 euros- es igual a su precio de coste. "No estamos interesadas en que ninguna entidad nos apadrine. Creemos que no hace falta ser un profesional para hacer algo, sólo hay que tener ganas", apunta Mónica.
