En Parece mentira, del Val hace un recorrido a su vida en el que habla sin tapujos del sexo, del amor, de la familia o del trabajo en un libro que cambia de la realidad a la ficción sin que el lector se dé cuenta.
¿Qué nos vamos a encontrar en la novela?
Una historia de verdad, a mí eso me parece uno de los atractivos de la novela.
En la novela Claudio dice «la locura es literaria pero la literatura es ficción». ¿Cuánto hay de verdad en esta novela?
El personaje es verdad, Claudio soy yo. Evidentemente casi todo lo que se cuenta en la novela me ha pasado. Hay algunas cosas que se han inventado, algunas están exageradas y en otras me he quedado corto.
¿La encasillarías en el género biográfico?
No, es una novela y lo reivindico porque yo no tengo por qué interesarle a nadie y me parece que esta novela se puede acercar a alguien que no tenga ni idea de quién soy yo. Por eso no es ni una biografía ni unas memorias. Es ficción, el personaje se llama Claudio, yo me llamo Juan.
¿Tenías miedo de publicar la novela por las posibles consecuencias?
Tenía más miedo al empezar a escribirla. Cuando decidí hacerla lo que quería era publicarla y que la gente la leyera, eso es evidente. Las consecuencias, nunca se sabe cuáles son. De momento está teniendo repercusión: la leen mucho y está gustando mucho y eso es fabuloso.
¿Crees que la postura de Claudio sobre la fidelidad está más extendida de lo que realmente se manifiesta?
Muchísimo. El problema es de lo que se dice y no de lo que se hace. Entonces tú alarmas cuando lo dices, pero evidentemente la infidelidad es algo con lo que convivimos todos. No digo que todo el mundo sea infiel, ni mucho menos, pero sí que digo que mucha gente es infiel pero nadie lo reconoce. La infidelidad es un tema del que se hace más de lo que se habla.
Claudio dice «soy incapaz de engañarme». Sin embargo, la mentira es un elemento muy recurrente en la vida del protagonista.
Sí, pero son cosas distintas. Hay un momento en el que Claudio miente porque es una forma de sobrevivir. Pero sí que es cierto, y eso es producto del tratamiento, que cuando se mira al espejo es muy difícil engañarse porque sabe perfectamente cuándo se está haciendo trampas.
El personaje de Nuria Roca -Julia- es uno de los principales. ¿Qué opina ella sobre el libro?
A Nuria le ha encantado como lectora. Como mi mujer, le ha sorprendido y le ha gustado. Está muy contenta y, según me cuenta, muy orgullosa de lo que he hecho.
En un capítulo se dice que Julia tiene un romance con Fede, un presentador de televisión. ¿Ficción o realidad?
No puedo contar lo que es verdad y lo que no es verdad. Lo que digo es que todo lo que le sucede a Claudio, si no le ha sucedido, le podría haber sucedido, por lo tanto, lo asumo. Digo que es una novela, lo primero para no comprometerme y no comprometer a nadie, y lo segundo porque las cosas están cambiadas para que nadie, tirando de un hilo, pudiera llegar a ninguna parte.
¿Qué le dirías a todos los que han criticado vuestra relación?
Me dan exactamente igual, puede parecer un poco de sobrado, pero no. Sinceramente me da igual lo que se diga en redes sociales. Mis hijos son tremendamente felices, bastante tiene cada uno con educar a sus hijos.
