Francisco Rodríguez Iglesias (Madrid, 1947), artísticamente Arévalo, como su padre, un conocido cómico en los espectáculos de «Bombero Torero», donde él se inicio en la farándula. Asegura que adora a Bertín.
P ¿Ha llamado ya a Bertín?
R Ya hemos hecho las paces».
P Bertín le llamó «hermano» en una entrevista en Levante-EMV.
R Subí la foto del Rey emérito, y eso le molestó porque era su casa, estaba su familia y amigos comunes, más de él. Cometí la imprudencia de hacerlo sin consultárselo.
P ¿Pero como se le ocurre subir una foto del Rey?
R Es bonito una fotografía con el Rey emérito en un momento distendido antes de ir a los toros. Fue en el mes de mayo, no junio.
P ¿Era la primera paella que le hacía a Juan Carlos I?
R Al Rey sí, a la Infanta era la segunda. Repito que la subí sin esperar una repercusión mediática tan importante. Y asediado un poco, tuve que aclarar que la culpa fue mía, porque no sabía que todas las cosas del Rey emérito eran privadas. Eso sucedió a los dos o tres meses de hacer la paella.
P ¿A Felipe VI le ha hecho alguna paella?
R No, pero me encantaría, porque soy monárquico. A cualquiera le encantaría estar en un acto con el Rey. Si encima le puedes hacer una paella, o lo que sea, porque se cocinar más cosas...
P Está claro que no pasa indiferente. O lo aman, o lo odian.
R Afortunadamente, en el balance final hay más gente que me quiere, que me odia. Y la que me odia, cuando ves su currículum, no me extraña.
P El crítico de televisión del periódico dice que practica un humor paleto.
R ¿Cree que hago un humor paleto?
P Pregunto.
R El humor paleto ha estado presente en nuestros cómicos toda la vida, desde Juanito Navarro a Gila. No es una burla, sino una imitación de la gente sana y su forma de hablar.
P Dijo más, que su humor se erige «en el lomo del diferente, sea gangoso, paticorto, culibajo, moro, gitano o mariquita».
R Le contestaría a ese señor si ha visto «Mar de Plástico», «Aida» y muchas series donde salen todo tipos de personas. Porque un actor que hace de asesino compulsivo, está interpretando. Como cuando haces un cojo, como Alberto Sordi, que no te burlas de los cojos.
P ¿Ha empeorado el sentido del humor?
R No, pero las cosas están cambiando. Veo personas que están gobernando en algunos lugares, y si los pones en una pared de la comisaría, los buscan. No puedo permitir que me digan xenófobo u homófobo, cuando en mi vida me he metido con nadie. Es más, me llevo muy bien con todos los gays, tengo muchísimos amigos e incluso familia.
P ¿Qué le parece el humor actual?
R Bien, de vanguardia con esos monólogos. Pero ojo, muchos monólogos son machistas
P Estuvo el otro día en Rambleta viendo los chicos de la Vida Moderna.
R Sí, me llevo muy bien con ellos. Han entendido como soy, y he tenido la oportunidad de ir a defenderme a su programa y salir victorioso. No es que seamos colegas, pero nos llevamos muy bien, hasta les he invitado a una paella en mi casa.
P ¿Entre humoristas se entienden?
R Exacto. Respeto el humor que hacen ellos, incluso me río en algunos momentos, pero yo no haría ese tipo de humor.
P Sale mucho en «Sálvame».
R Últimamente sí, porque me gusta aclarar las cosas.
P ¿Cobra por ir?
R He ido muchas veces sin cobrar.
P ¿Qué ve en la televisión?
R Me gusta ver de todo, pero estoy enganchado a las series.
P ¿Cuáles?
R «Estoy vivo», la de ese comisario en La 1.
P ¿Y alguna americana?
R También las veo, como «House of Cards»
P ¿Qué le parece que la suspendan después que su protagonista confesará su homosexualidad tras ser acusado de abusos?
R Una exageración.
P Empezó como «Bombero Torero», y el otro día se despidieron los últimos.
R Era un espectáculo que iba a menos, porque se ha ido recortando todo, los enanitos sí que salían, pero el público no asistía.
P Fue el rey del cassette. ¿Se forraría, no?
R No vi ni un duro.
P ¿Qué me dice?
R Me hubiera forrado si me hubieran pagado, pero me estafaron. Cada vez que sacaba un cassette, se vendían 50.000 de golpe. Pues gracias a esos millones de cassettes he hecho giras hasta en el extranjero.
P ¿Ahora que hace?
R Estoy a punto de ensayar una comedia, «El hombre de Central Park» de Santiago Moncada. Una historia muy divertida, de un tipo que hacía ver que se iba a Nueva York, pero estaba en un hotel de lujo en Madrid.
P ¿Qué le hace gracia?
R Soy un público fácil. Admiro a los cómicos de siempre, y los respeto porque suben a un escenario para hacer feliz a mucha gente.
P ¿Qué le preocupa?
R La situación de Cataluña, con una parte que se quiere separar.
P ¿Cuénteme un chiste que le haga gracia?
R Un autobus lleno de gente, todos apretados. De repente una chica se da la vuelta y dice: «¡Oiga me está usted rozando con el móvil!». El otro responde: «¡No, no, con el móvil no, con el fijo!».
