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Entrevista | María García-Lliberós

García-Lliberós: "La persona que se significa mucho pierde pronto el poder"

"La jubilación es un invento fantástico, solo lo enturbia el saber que es tu última etapa"

García-Lliberós: "La persona que se significa mucho pierde pronto el poder"

P ¿Cómo surge 'La función perdida'?

R Siempre he dicho que es mejor escribir de lo que se conoce. Es más sencillo porque no te pierdes entre documentación. Así, mi obra ha ido creciendo conmigo. Mis obsesiones literarias han ido evolucionando conmigo. También en el transcurso del fin de mi vida laboral, que es un momento crucial para cualquier persona. Cuando empecé a escribir esta novela tenía en el horizonte el fin de mi vida laboral. El protagonista de la obra, el que la relata, tiene 70 años y se encuentra en ese momento.

P ¿Es un canto a la etapa más madura?

R Sí. El protagonista vive un momento de echar la mirada atrás, pero también hacia adelante. Se hace preguntas, cómo por qué no supo amar a la única persona a quien quería, si volvería a hacer las cosas de igual modo. Pero también se plantea el futuro porque quiere sacar partido a la vida. Pero además la novela es para darse cuenta que en el momento que ya no estás activo pierdes poder y nadie se dará cuenta de lo que eres. En unos años el trabajo se volatilizará, aunque esto sea triste. Sin embargo, la jubilación es un invento fantástico, puede ser lo mejor. Solo se ve enturbiado al saber que es tu última etapa. Al mismo tiempo, es una novela que rinde tributo a la amistad. El protagonista y su amigo forman una pareja casi cervantina, evocan también a la novela picaresca. La amistad es el sentimiento más noble.

P Entonces también da un toque de atención sobre lo pasajero del poder.

R Claro. Hay que ser conscientes de que todo es pasajero. Cuando el poder desaparece puede que se quede un vacío. Emilio, el protagonista, ha triunfado en su vida profesional, pero fracasado en la personal. Es un cínico. Ha sido siempre de derechas pero ha colaborado en tantas administraciones que ya lo mira todo desde la distancia. A todos les viene bien su trabajo; proporciona argumentos y seguridad a los políticos con los que se relaciona. Conoce los secretos de todos y no les conviene enemistarse.

P ¿Pensaba en alguien para inspirarse?

R En muchos y en ninguno al mismo tiempo. Estos funcionarios han existido siempre. Son intocables. Aunque esto no quiere decir que sean corruptos.

P ¿A quién recomienda este libro?

R A todos, incluso a los jóvenes aunque por la edad del personaje les pille más lejos. Es ideal para que aprendan. La atmósfera social de la novela, entre 2010 y 2015, también es importante. Es la época de la crisis económica, en la que hay una situación de malestar. Todas las familias sentían un empobrecimiento.

P Su novela pivota sobre el poder.

R Sobre el poder de la capacidad de influir. Es sobre el poder del que está al lado, del que lo ejerce desde la retaguardia. La persona que se significa mucho pierde pronto el poder.

P ¿Qué es lo más peligroso del poder?

R Lo más peligroso de tener poder es, al mismo tiempo, tener la tentación de una conducta desviada.

P ¿Echa de menos más novela ambientadas en València?

R Sí, porque València es una ciudad tan buena como Nueva York, Barcelona o Madrid. Mis novelas están localizadas, pero no son localistas.

P ¿Tiene ya su próxima novela en mente?

R No, todavía no. Tengo una idea que está en fase de hervir en la cabeza (ríe).

P ¿Uno puede jubilarse de la escritura?

R Yo creo que no, nunca. Cuando terminas un libro puedes pensar que a lo mejor ya lo has contado todo. Yo así llevo ocho novelas. Se está activo mientras la cabeza funciona. De leer tampoco te jubilas nunca. La literatura siempre es una fuente de satisfacción.

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