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Raúl Arevalo: "España no hace cine sobre su historia porque tiene un problema con ella"

Óscar Jaenada y Raúl Arevalo protagonizan 'Oro', un relato de brutalidad y avaricia en la conquista de América

Raúl Arevalo: "España no hace cine sobre su historia porque tiene un problema con ella"

'Oro', la película que supone la vuelta a la dirección de Agustín Díaz Yanes tras ocho años en barbecho, es una especie de 'western' chafado por la humedad. En vez de desiertos y pueblos polvorientos del oeste, la historia transcurre en la selva americana, cerrada y llena de peligros. Y en vez de pistoleros y vaqueros, aquí los protagonistas son aquellos conquistadores españoles que abandonaron sus pueblos en busca de "fama y fortuna" y, por supuesto, de oro. Como en las películas de John Ford y Howard Hawks, en la de Díaz Yanes -autor también del guión junto al novelista Arturo Pérez-Reverte-, no faltan esos indios que constituyen un peligro apenas visible. Pero en Oro no son los caribes los verdaderos enemigos de los conquistadores. Sus enemigos son ellos mismos, su lujuria, su avaricia y su ambición.

La película se preestrenó ayer en los cines Kinépolis de Paterna en un pase al que acudieron los actores Raúl Arevalo y Óscar Jaenada, dos de los personajes principales de Oro pese a que se trata de un film bastante coral en el que también participan José Coronado, Bárbara Lennie, Luis Callejo, Juan Diego y Antonio Dechent, entre otros.

En la ficción, todos ellos forman una expedición en busca de El Dorado, aquel lugar mítico en el que hasta los techos de las viviendas estaban hechos de oro. Pero, a partir de esta idea, la película se regodea en las ansias de gloria y riqueza, la brutalidad y el miedo que protagonizaron la conquista de América, un hecho histórico importantísimo y, pese a ello, poco reflejado en la historia del cine español.

"Decía Tano (Díaz Yanes) que América era nuestro Vietnam -señalaba ayer Óscar Jaenada-. Creo que la conquista es algo que deberíamos aprovechar mucho más. Pero partimos de una base errónea desde el colegio, que es que aquello fue el ´descubrimiento de América´. No fue un descubrimiento, allí había gente. Fue una conquista con muchos matices, muy brutal y muy aniquiladora. Para hacer películas sobre eso habría que cambiar esa base, y esta película en eso hace una gran labor".

Para Raúl Arevalo, esa escasez de cine español "histórico" no se refleja únicamente en la presencia española en América a partir de 1492. "España tiene un problema con su historia. Mira los siglos de historia que hay por contar en España y no se hace. En cambio, mira en Estados Unidos, con su doble moral y sus mierdas, y no tienen ningún pudor en contar su historia".

El guión de Oro también remarca los diferentes orígenes de los aventureros que forman la expedición y cómo esto originaba una cruel rivalidad entre ellos que sólo quedaba en suspenso ante un enemigo común (la selva, los indígenas) y una ambición común (el oro). "Eso hasta ahora no ha cambiado. Es más, el problema es que vamos para atrás", subrayaba ayer Jaenada. "No, no hemos cambiado. Esa rivalidad que sale en la peli entre navarros, extremeños, aragones y andaluces siempre ha existido", apoyaba Arévalo.

Un rodaje "incómodo"

Por suerte, esa rivalidad de los personajes -y principalmente entre el casi perruno Alférez Gorriamendi de Jaenada, y el algo más ilustrado (había leído el Tirant) Martín Dávila de Arevalo- no se reflejó después en el día a día del "intenso" rodaje. "La convivencia ha sido muy buena -aseguraba el Jaenada, que actualmente trabaja en México para Netflix en una película sobre el cantante Luís Miguel-. En esos cortes para comer se juntaban muchas cabezas muy interesantes. Aprendíamos mucho, porque no dejamos de ser actores con un mismo ideal".

Arevalo -que en la actualidad se dedica "a descansar" y a esperar el estreno de la película que ha rodado con Daniel Calparsoro- reconocía que el de Oro ha sido "un rodaje incómodo, pero una incomodidad que nos ayudaba a trabajar con los personajes. Estar 12 horas seguidas rodando en el fango, llenos de mierda, arrastrándonos, sin tener donde sentarnos... Todo eso se ve reflejado en las interpretaciones".

Ni el oro ni la "gloria y fama" guiaron sus carreras

La película plantea dos tipos de conquistadores: los que ambicionaban "gloria y fama" y los que buscaban "oro". Nada de esto llevó a Raúl Arevalo y a Óscar Jaenada a dedicarse a la interpretación. "Lo que más me gusta de esta profesión es el valor humano de los proyectos. Es lo que más recuerdo de los rodajes y lo que más disfruto con el tiempo". "Yo cuando me metí en esto fue para viajar y follar más -dice Jaenada riendo-. Pero eso fue hace un montón de años. Ahora lo que uno busca es el respeto de la profesión".

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