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Arte

Font de Mora proyectó un Museo Sorolla en Sant Vicent de la Roqueta

La negativa de las asociaciones vicentinas y de Rita Barberá truncó la iniciativa del Consell de Francisco Camps en 2006

Font de Mora proyectó un Museo Sorolla en Sant Vicent de la Roqueta

El Consell de Francisco Camps también intentó que hubiera un Museo Sorolla en València. Incluso antes que la Fundación Bancaja. Fue en 2006 con Alejandro Font de Mora como conseller de Cultura. La propuesta era albergar ese museo en Sant Vicent de la Roqueta, después de acometer su remodelación a través de La Luz de las Imágenes, la fundación de la Generalitat encargada de la restauración del patrimonio artístico y cultural valenciano.

El conseller Font de Mora encabezó una delegación con Concha Gómez, secretaria autonómica y Manuel Muñoz Ibáñez, director general de Patrimonio para hablar en Madrid con Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del pintor valenciano y presidenta de la Fundación Sorolla. Desde el principio se tuvo claro que la iniciativa debería contar con el apoyo de los herederos, según cuenta Muñoz Ibáñez, ahora presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.

Muñoz Ibáñez recuerda que Blanca Pons-Sorolla mostró una actitud favorable al proyecto, del que se le ofreció todos los detalles. En su opinión la presidenta de la Fundación Sorolla siempre es receptiva con las propuestas para un centro permanente en la ciudad natal del artista.

Pese al optimismo que generó aquel encuentro, el incipiente proyecto se truncó en València. La negativa de las asociaciones vicentinas, que consideran el templo levantado donde recibió el martirio el diácono Vicent en el siglo IV como algo propio, fue rotunda. Con queja incluida a la entonces alcaldesa Rita Barberá, que se puso de parte de los vicentinos. Un no insalvable. Aquel plan se truncó, Sant Vicent de la Roqueta está rehabilitado, pero València sigue sin un Museo Sorolla.

La Fundación Bancaja intentó siete años después reactivar la iniciativa, tal como contó ayer Levante-EMV, en el edificio del centro cultural de la plaza Tetuán. Hace cinco años, en cambio, fue la bisnieta de Joaquín Sorolla la que se opuso a ceder obras.

Es Blanca Pons-Sorolla la que debe explicar porque le agradó el proyecto de Sant Vicent de la Roqueta impulsado por el gobierno valenciano en 2006, mientras que no ocultó su oposición al de la Fundación Bancaja. Con todo, Manuel Muñoz Ibáñez mantiene todavía hoy que siempre está dispuesta a colaborar con València.

«Como fundación tenemos un patrimonio rico, una parte de las obras que hay en el museo, pero sin embargo no tenemos dinero, y eso es lo que debemos que tratar de buscar», declaró Pons-Sorolla a este periódico hace ahora justo un año. Además explicó que se dedica desde hace años al catálogo razonado de Sorolla, aunque está pensando en ceder toda su documentación al museo y terminar el catálogo en el museo «para enseñar a la gente todo lo que yo tengo y que ellos puedan conocer».

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