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Entrevista | Eduardo Portal

Portal: "La voz humana es el instrumento más perfecto"

"Mozart, junto con Bach, es el compositor más inspirado, está tocado con el dedo de Dios. Lo que hace no es un humano, sino casi divino, no se aprecia el esfuerzo"

Portal: "La voz humana es el instrumento más perfecto"

P Hábleme del concierto de mañana.

R Estamos encantados, hay mucho interés por parte de la orquesta. En la primera parte tocaremos la Sinfonía nº 38 en re mayor, KV 504, Praga, de Wolfgang A. Mozart. Es una sinfonía interesantísima, una de las últimas de su vida muy madura. Las artimañas en la escritura son increíbles. Ensayando veíamos cosas impensables, cosas yo no había visto nunca.

P ¿Por ejemplo?

R En el clímax del primer movimiento pone a los primeros y segundos violines a notas agudísimas y gravísimas, respectivamente, algo totalmente fuera de lo convencional porque suelen tocar en registros cercanos. También hace cosas inauditas porque en la reexposición del primer movimiento, cuando ya oímos los temas del principio, Mozart escribe una falsa transición a capitulación, algo que se usa al final de la sección central de la sinfonía. Esa transición siempre es un paso difícil; el compositor piensa «después del lío, ¿cómo vuelvo al origen?» (ríe). De normal los compositores tienen esa dificultad y Mozart no es que no tenga esos problemas, sino que ya nos lleva a la capitulación por placer, nos hace rozar el engaño de pensar que volvemos a la recapitulación cuando ya estamos en ella.

P Era un genio.

R Sin duda es un genio. Además, es una sinfonía en tres movimientos en vez de en cuatro que era lo habitual. No escribe el minueto y a pesar de eso duraría más de 35 minutos. Cuando una sinfonía de este periodo, con cuatro movimientos, de normal duraría unos 25 minutos. Eso da una imagen de lo que esta sinfonía es para él.

P Parece que disfruta especialmente con la obra de Mozart.

R Para mí es un gozo cuando hay una sinfonía de Mozart, se me dibuja una sonrisa en la cara. Mozart es lo más bonito, lo más humano, lo más inspirado, es sobrecogedor, idílico, lo es todo. Es lo más de más.

P Le iba a preguntar por su compositor favorito aunque ha dejado pocas dudas.

R Mozart, junto con Bach, es el compositor más inspirado, está tocado con el dedo de Dios. Lo que hace no es un humano, sino casi divino, no se aprecia el esfuerzo, es como si todo surgiera de forma natural, y piensas ¿cómo es posible tanta genialidad? En Beethoven el resultado es alucinante, pero ves que trabaja. Sin embrago, en Mozart todo es como coser y cantar. Nació con ese don y así lo transmitió a la humanidad.

P Pero además de Mozart, el programa cuenta con dos obras más. Una de ellas muy peculiar.

R Sí, Concierto para piano y orquesta en re mayor, para la mano izquierda, de Maurice Ravel [y que interpretará Xavier Torres]. Es una curiosidad en la historia de la música porque está escrita solo para la mano izquierda. Lo encargó un herido de la Primera Guerra Mundial austriaco, que insistió en continuar su carrera como pianista solo con la mano izquierda y como no había repertorio encargó a Ravel esta obra. La primera vez que la escuché como público no podía creerme que solo escuchara una mano. Yo hubiera dicho que eran tres manos.

P Y la tercera es?

R Cuadros de una exposición, de Modest Músorgski, con orquestación de Ravel. Ravel es el grandísimo orquestador. La orquesta suena genial, es muy virtuosa. Estamos emocionados con este programa.

P Debuta en el Palau de la Música y con la Orquesta de València. ¿Qué espera de ella?

R Saber cómo reaccionará una orquesta y un director que no se han visto nunca sobre el escenario siempre es una incógnita. Es como las relaciones personales. Hay con quien congenias y otras con las que no. Yo estoy encantado porque las ideas y todo lo que les transmito lo toman con mucho interés y me preguntan. Les interesa que todo lo que ensayamos y sugieren para que funcione mejor. Están tocando muy bien. El concierto va a ser muy bueno.

P Ha dirigido ópera y repertorio sinfónico. ¿En cuál se siente más cómodo?

R Me formé inicialmente en el campo sinfónico, pero durante una época trabajé mucho la ópera y me enamoré. La voz del ser humano es increíble. Si hay instrumentos que nos conmueven, la voz humana supera a todos. Todos los instrumentos fabricados por el hombre tienden a imitar las características de la voz humana porque es el instrumento más perfecto. A mí me ha supuesto un enamoramiento con la ópera. Vivimos en el mundo de la gran especialización. El humanismo esta pasado de moda. Parece que todo el mundo quiere saber mucho de nada. Yo me niego a eso.

Intento saber mucho de casi todo, me involucro a fondo en todos los campos que me ocupan para estar muy bien informado y saber cómo trabajar con cada grupo de artistas. Hay que ser experto en todo lo que haces.

P Vuelvo a la pregunta: ¿cuál es su compositor fetiche?

R (Ríe) Mozart es uno de ellos. Sin embargo, y no soy el único al que le ocurre esto, me apasiona el compositor que me ocupa en el momento. Uno no aprecia la calidad de una obra hasta que no se ocupa de ella a fondo. Cuando estas totalmente sumergido en el proceso de aprendizaje aprecias el valor y te enamoras de ellas. Eso es lo bonito, que cada cosa que haces te parece extraordinaria.

P ¿Qué proyecto deseado no le ha llegado todavía?

R Si le digo la verdad, en mi vida he recibido proyectos tan importantes que nunca me habría imaginado hacer. He dirigido en el Royal Albert Hall, con la London Philharmonic, en los mejores festivales de ópera del mundo... He recibido tan buenas propuestas que pedir no pido nada. Lo que vaya recibiendo bienvenido será porque estoy más que agradecido. ¿Que uno tiene ganas de más? Por supuesto, cuanto más interesante mejor.

P La trayectoria internacional parece condición «sine qua non» para el éxito en la profesión.

R Es muy importante trabajar en el mundo entero. Hoy en día es relativamente fácil viajar, todo está muy conectado. Tener una carrera internacional es importante.

P ¿Echa de menos más caras jóvenes en los auditorios?

R Tengo en mente unos proyectos que me parecen bastante revolucionarios a este respecto. Estoy convencido del potencial de la música clásica en toda la población. A toda la población le gusta la música y en particular la clásica. Tenemos que desarrollar proyectos en los que la música clásica se presente de forma distinta. Espero que en un futuro no muy lejano se puedan poner en práctica.

P ¿Cómo son esos proyectos?

R Mi intención es que la música clásica no se dirija exclusivamente a los amantes de esta música sino a todos. Si empresas como Apple consiguen desarrollar pasión entre la población por los aparatos que fabrican y cuyo origen no tienen nada que ver con la esencia del ser humano, ¿cómo nosotros, siendo músicos, no logramos despertar una pasión mayor por la música?

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