El hasta ahora intendente y director artístico del Palau de les Arts, Davide Livermore, puso ayer fin a su paso por el coliseo valenciano tras más de dos años al frente y después de recoger el testigo a Helga Schmidt. El detonante han sido -según Livermore- las "trabas" administrativas encontradas por el camino, obstáculos que se concretan en el borrador del Informe de auditoría de cumplimiento de la Intervención General de 2016 que llegó hace poco a su despacho.

El documento revelaría que Livermore no cumple con la normativa del sector público de la Generalitat que establece que para las contrataciones hay que convocar procesos públicos y de acuerdo a los principios de mérito y capacidad. Otra de las "trabas" es la incompatibilidad por contrato entre su puesto como máximo responsable en Les Arts y su trabajo como director de escena, cuestión que ya fue objeto de polémica en 2016. Esta salida de Livermore abre el escenario a unos nuevos estatutos para el coliseo valenciano y que ayer, tras el anuncio de dimisión de Livermore, el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, puso sobre la mesa.

Así, el Palau de les Arts contará con unas nuevas directrices -que se tratarán en el patronato convocado para la próxima semana- que, entre otras cuestiones, prevén la eliminación de las actuales figuras de intendente y director económico-administrativo que se sustituirán por la de dirección artística -que saldrá a concurso público en 2018- y la de dirección general. Además, se contemplan otras novedades como la incorporación del Ministerio de Cultura y el Inaem al Patronato o un aumento del protagonismo de la sociedad civil. En el nuevo organigrama una persona elegida en concurso será la "cara visible" y la figura del programador hará propuestas, sobre las que opinará un comité asesor y que tendrán que ser aprobadas por el patronato. Para acceder a este cargo no será necesario que sea un artista, precisó Girona. Será, en todo caso, una persona con "experiencia", "preparación" y que debe tener "un conocimiento de la realidad del país". Asimismo, se prevé una remuneración menor en las nuevas figuras de dirección.

Sobre la marcha del intendente y director de escena italiano, el secretario autonómico señaló que la Intervención de la Generalitat ha advertido en diferentes informes de las posibles incompatibilidades que tenía la figura del intendente en la legislación vigente. Según este organismo, Livermore "podría haber incurrido en incompatibilidades por el ejercicio de funciones de producción fuera de Les Arts". "A este respecto, el exintendente ha sido requerido desde Cultura de la Generalitat en varias ocasiones, sin encontrar una respuesta satisfactoria plenamente ajustada en el criterio de la Intervención por parte de Davide Livermore", aseveró Girona, que añadió: "El pasado viernes, la Intervención envió un nuevo informe con esta advertencia. Este hecho, junto con el cambio de estatutos que eliminaba la figura del intendente, puede estar relacionado con la decisión de Livermore de abandonar su puesto de trabajo".

Desde la Generalitat garantizan el funcionamiento de la temporada operística, que se inicia el próximo sábado con la ópera Don Carlo, de Giuseppe Verdi, y se continúa con el trabajo de gestión de la programación para la temporada 2018-2019, que está "muy avanzada". Temporada preparada por el propio Livermore y su equipo. De este modo, la próxima semana tendrá lugar un patronato de Les Arts en el que se aprobará la nueva propuesta de estatutos del espacio, que tiene por objetivo "abrirlo a una mayor participación de la sociedad y del sector artístico valenciano" y que plantean la reestructuración del organigrama directivo siguiendo los modelos otros espacios operísticos del Sido cómo son el Teatro Real de Madrid o el Liceo de Barcelona. Los nuevos estatutos, que insisten mucho en potenciar la presencia valenciana, plantean al elección de los cargos por concurso público -"en un plazo prudencial, que puede ser de un semestre", puntualizó Girona- siguiendo el Código de Buenas Prácticas.

En relación a los problemas en los contratos directos con los cantantes, punto que criticó Livermore durante su dimisión, el secretario autonómico insistió en que el exintendente conocía esta cuestión "desde el principio". Girona explicó que tanto la modificación de los estatutos como la eliminación de la figura del intendente ya los conocía Livermore antes de dimitir, por lo que apuntó que esta podría ser una razón de su renuncia al cargo, ya que no quería presentarse a concurso.

Al respecto, Livermore confirmó ayer a Levante-EMV que desde Cultura se le planteó la posibilidad de un "contrato puente", que hubiera abarcado el periodo desde su salida hasta la adjudicación de la plaza de director artístico del coliseo.

Sobre la posibilidad de abrir un diálogo y vuelta atrás en su decisión, el ya exintendente de Les Arts lamentó que "si lo primero que han hecho es un ataque personal, ¿cómo va a haber una vuelta atrás?", criticó Livermore, quien aseguró que ayer no recibió ninguna llamada por parte de conselleria, más allá de sus interlocuciones con Girona. "En tres años no lo han hecho, es muy coherente que ahora tampoco", lamentó. El ya exintendente presentó a este diario además dos cartas de dimisión, una fechada en julio de 2016 y otra en junio de 2017 en las que presentaba su renuncia ante las dudas que planteaba su incompatibilidad de cargos. Livermore incidió en sus proyectos como la pretemporada, los precios reducidos o Les Arts Volant. Le gustaría -dijo- que se recordara su etapa en como la de la "ópera pública". Y acudirá al estreno de Don Carlo previsto para el sábado. Eso sí, dijo "pagaré mi entrada y no me sentaré en ningún palco".