Llegó el último, y lo hizo solo. El ya extintendente de Les Arts, el italiano Davide Livermore, fue el más esperado de una noche enrarecida por los ecos de la polémica. El coliseo valenciano estrenó ayer su temporada operística con Don Carlo de Verdi. Minutos antes de que el director valenciano Ramón Tebar diera paso a las primeras notas de la representación, una mujer desde uno de los palcos de la Sala Principal gritó: «¡Un aplauso al maestro Livermore!». El público respondió con una ovación. El exintendente templó sus ánimos y miró al frente.

El italiano ya avisó de que acudiría al estreno de la ópera, y que lo haría «pagando su entrada», como un asisitente más. Don Carlo, con Plácido Domingo sobre el escenario en el papel de Rodrigo, comenzó sin más incidentes pese a que algunas voces aseguraban hace días que el público más fiel de Les Arts iba a lanzar abucheos a los representantes políticos por el golpe de timón en el proyecto del coliseo.

Pese a la expectación por la llegada del exintendente a Les Arts, la de ayer no fue una despedida para Livermore. De hecho, el italiano volverá en mayo para Tosca de Puccini, donde él se hará cargo de la escenografía.

Cultura ya ha fijado el calendario que seguirá las próximas semanas. Por el momento, el próximo miércoles se espera que el Patronato de Les Arts se reúna para aprobar el «nuevo modelo» del coliseo. En ese encuentro se promoverán unos nuevos estatutos de la Fundación Palau de les Arts en el que figurarán las bases del concurso público «de méritos» para elegir la nueva dirección artística.

Según el plan de la conselleria que dirige Vicent Marzà, el nuevo responsable de la programación de les Arts no tomará decisiones sino que sus propuestas tendrán que pasar por un comité asesor, que podrá modificarlas, y de ahí pasarán al propio Patronato, que dará o no el visto bueno. En cambio, la dirección general, sobre la que residirán las funciones de gestión de Les Arts, no se elegirá por concurso sino que será una decisión interna de la conselleria.

Cultura ya avanzó que apuesta por un perfil valenciano como director artístico, con tal de intensificar la proyección local del coliseo más allá de sus ambiciones internacionales. Una proyección que Les Arts ya había intentado encauzar con la la invitación a los 700 taxistas para el ensayo general de El gato montés; la iniciativa de Les Arts Volant, donde las representaciones operísticas han llegado a los pueblos de la provincia de València; o la bajada del precio de la entrada.

El Patronato de Les Arts está actualmente presidido por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y tiene como vicepresidentes a Mónica Oltra y Vicent Marzà. El secretario es Albert Girona y los vocales son Clara Ferrando (secretaria autonómica de Hacienda), Francisco Álvarez (director general de Economía), Arcadi España (director del gabinete del presidente de la Generalitat), Abel Guarinos (director del Institut Valencià de Cultura) y Francesc Perales (director del Cor de la Generalitat).

Los nuevos estatutos también prevén la ampliación del patronato para que accedan dos miembros del Ministerio de Cultura: uno el ministro (o la persona en la que delegue) y un representante del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem). De esta forma, se busca también un incremento del aporte económico del Gobierno a la ópera valenciana. Además, la conselleria también ha abierto la puerta a que el nuevo patronato pueda acoger a representantes de la sociedad civil para compensar la representación política.

Cultura también tiene pendiente una reunión con Plácido Domingo, con tal de paliar el traspié del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, quien dijo sobre el tenor: «No sé qué interés puede tener lo que diga una persona que viene de fuera». Lo hizo tras la petición de Domingo -cuyo nombre lleva el Centre de Perfeccionament de Les Arts- al Gobierno valenciano para que dé soluciones que aseguren la actividad operística del coliseo.