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Música

El Ser Humano: el músico valenciano que elige a su público

Gonzalo Fuster presenta el 19 de enero su cuarto disco en uno de los conciertos que suele organizar en su casa y a los que se asiste por invitación del artista

El Ser Humano: el músico valenciano que elige a su público

Gonzalo Fuster -o, lo que es lo mismo, El Ser Humano- crea música con la libertad del que sabe que lo que va a hacer ni cambiará la historia ni le hará rico. Su única obligación comercial es que sus trabajos sean lo suficientemente rentables para que la pequeña discográfica que los edita (Luscinia Discos) siga trabajando. Y no tiene más ambición artística que estar satisfecho consigo mismo. A base de no mirar hacia arriba ni hacia abajo, El Ser Humano se ha vuelto tan poderoso que incluso se permite elegir a su propio público.

Así, cuando el próximo viernes 19 de enero publique su cuarto disco -«El Ser Humano»-, lo presentará en un pequeño concierto que tendrá lugar en su casa del barrio de Russafa para un aforo limitado de 10 personas que habrán recibido previamente una invitación del propio Gonzalo. Ojo, que no es un truco promocional. Hace ya tiempo que este hombre-banda valenciano viene celebrando actuaciones a domicilio (en su casa o en la de otros) para un público reducidísimo y casi siempre elegido por él entre los desconocidos que han dado un «me gusta» a sus propuestas en las redes o con los que ha hablado circunstancialmente de música, arte o lo que sea.

«Llevo cuatro años haciendo conciertos en mi casa los domingos para ocho personas. Si me lo propusieran no diría que no a un concierto más grande, pero me manejo mucho mejor en las distancias cortas, en el ocho a uno, que en un escenario ante un público al que apenas puedo verle la cara porque me deslumbran los focos. Lo mio es más un hacer el amor que un follar. Sé que no voy a meter a 400 personas en una sala y que intentarlo me va a resultar un esfuerzo, no estoy cómodo, no es lo mío», explica Gonzalo.

Esta tendencia al «underground» absoluto en directo lo aplica también a sus discos, y cada vez de forma más evidente. No hablamos de música experimental, pero sí de canciones pop artesanas y tan personales en melodías y letras que obligan al público a implicarse en su escucha, a prestar atención, a quedarse hasta el final. «Nunca he sabido hacer las cosas fáciles y nunca he sido ambicioso. La poca ambición que podía tener, la he eliminado de mi forma de trabajar. No sé si será por la edad, los golpes de la vida, o por conocerme mejor y llegar a encajar en mi vida personal y profesional, de la que he eliminado las cosas que me puedan frustrar», señala.

«El Ser Humano» (el disco) está formado por tres EPs con cuatro canciones cada uno, grabados con productores y músicos diferentes, y en estudios de grabación distintos. «La temática de las canciones está también bastante diferenciada -añade Gonzalo-, algo de lo que me di cuenta mientras las iba incluyendo. Unas iban sobre la muerte, otras sobre la vida y otras sobre una especie de más allá»».

Primero grabó el tercer EP, el de la «resurrección», con Fede Trillo de productor en los Estudios 69 de Castelló. «Son las canciones que hablan sobre dónde me gustaría estar, lo que puede haber después de la muerte, pero en un sentido más fantasioso. Es la parte que más tiene que ver con mis discos anteriores, porque hay más irrealismo y fantasía». Después grabó el segundo EP, el de la «muerte», en Polinyà del Xúquer con Román Gil y Eli M. Rufat como productores. «Los elegí porque podían darle un aire muy sobrio y elegante a las canciones pese a que está grabado en directo». «Por último -concluye- traté de coger las más vitales, las que hablaban de las cosas que hacemos antes de morir, y las grabé con Sergio Devece de productor en los estudios Stardust de Alboraia, que ha dado a las canciones un toque más brillante y actual».

Pese a este planteamiento, El Ser Humano considera que su último disco no es una obra conceptual. «No forma parte de un plan preconcebido. No soy un genio, sólo un padre de familia y oficinista que hace esto porque le encanta».

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