La Nau del Port de Sagunt ya está en disposición de volver a lucir como un espacio cultural y artístico de primer orden, después de que ayer se pusiera fin a más de 15 años de esperas y conflictos con la venta por parte del Estado a la Generalitat de este inmueble de 9.797 m2 por algo menos de 3,8 millones de euros.

Tras una inversión cercana a los 30 millones como gran reclamo de la fallida Ciudad de las Artes Escénicas, la antigua Nave de Talleres Generales de la siderurgia alcanzó su mayor esplendor entre 2001 y 2003 con representaciones como Las Troyanas de Irene Papas y la Fura dels Baus, montaje que contó con escenografía del arquitecto Santiago Calatrava, Las Comedias Bárbaras de Bigas Luna en la II Bienal o las actuaciones del Festival Sagunt a Escena entre 2007 y 2009.

Sin embargo, a partir de 2010, el gasto anual de 400.000 euros para el mantenimiento de esta nave construida en 1919 y ampliada en 1930 fue considerado excesivo para prolongar su uso. Poco después, el Estado presentó una demanda para que se restituyera la propiedad, procedimiento que tras varias suspensiones desembocó en una sentencia en la que ambas partes dieron su conformidad y ha conducido hasta el acuerdo de compraventa sellado ayer.

El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, ejerció de guía durante la visita posterior a la firma del acuerdo de venta, a la que asistieron el President, Ximo Puig, la presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pilar Platero, el delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, la secretaria autonómica de Hacienda, María José Mira, y la presidenta de Sepides, Rosa Mosulén.

Todos ellos comprobaron el estado de inmueble, que en los últimos ocho años ha servido poco más que de almacén, y que ahora la intención tanto desde Cultura como especialmente desde el ayuntamiento es que abra de nuevo su escenario el próximo verano con el reestreno de La Ciutat Factoria, obra producida el año pasado con motivo del centenario de la siderurgia en el Port de Sagunt.

Para este objetivo, el Consell dispone de un presupuesto próximo a los 400.000 euros, con los que se pretende utilizar durante las próximas semanas para «adecuarlo», según admitió Marzà, ya que «no está en condiciones de darle un uso inmediato». Estas actuaciones más urgentes se centrarán en la cubierta del edificio, así como la renovación de los sistema contraincendios, según añadió el alcalde de Sagunt.

Programación y producción

El conseller de Cultura también señaló que la idea para este inmueble, compuesto por cuatro naves con disposición paralela, configurado como espacio único y diáfano y que cuenta con la particularidad de los grandes ventanales que aseguran la iluminación, es «buscarle un uso tanto de programación como de producción cultural». Al mismo tiempo, se pretende brindar como «un instrumento para la ciudadanía» con su uso «en el día a día».

En sintonía con estas palabras, Fernández apuntó de esta antigua Nave de Talleres Generales, que «tiene que ser no solo un patrimonio estático, sino que ha de albergar un uso importante». Pero más allá de su valor cultural, este espacio que sirvió durante décadas para el desarrollo de la actividad siderúrgica «es parte de la memoria obrera de nuestra ciudad, donde muchos trabajadores se dejaron el sudor e incluso algunos la vida».

Coordinación

Los firmantes del acuerdo de venta fueron Puig y Platero, que destacaron el trabajo coordinado entre los tres niveles de las administraciones, incluido el ayuntamiento, para «llegar al final de un proceso que estaba absolutamente atascado y nos hubiera gustado que fuera más sencillo», admitió el President de la Generalitat.

Puig insistió en que «es una día extraordinariamente satisfactorio, porque la inversión que hicimos los ciudadanos -en referencia a los cerca de 30 millones inyectados desde las arcas autonómicas en un inmueble de titularidad estatal- por fin va a convertirse en un activo para la cultura, para Sagunt y para toda la Comunitat Valenciana».