El Museo de Bellas Artes de València ha aumentado el número de visitantes durante el año 2017. En concreto, 139.638 personas han entrado al centro, lo que supone un 5 % más que el año anterior, según datos de la Conselleria de Cultura.

La frecuencia de los visitantes ha sido constante durante todo el año, aunque destaca una mayor afluencia en los meses de verano, coincidiendo con la exposición de la «Colección Delgado», que fue visitada por más de 40.000 personas.

El Museo de Bellas Artes inició su temporada de exposiciones temporales con «Miradas Fotográficas», que en colaboración con los alumnos de fotografía de ESAT (Escuela Superior de Arte y Tecnología) realizaba la interpretación fotográfica de 30 obras de la colección permanente del museo.

En el mes de junio, la entrada del museo recibió la exposición itinerante del Museo del Prado, que permitía que las personas con discapacidad visual pudieran tocar y disfrutar de siete obras de arte accesibles. Entre ellas: La fragua de Vulcano, de Velázquez; El quitasol, de Goya; La Gioconda, del taller de Leonardo da Vinci, y El caballero de la mano en el pecho, del Greco.

La exposición de la «Colección Delgado» es la que más visitantes atrajo porque gran parte de los 32 cuadros se exponían por primera vez. Es el caso de Dama de Perfil, de Velázquez, que era la primera vez que veía la luz, tampoco habían sido exhibidos antes Magadalena penitente, Oración en el Huerto y El Salvador, de Bartolomé Esteban Murillo; Bodegón de dulces y frutos secos, de Tomás Yepes, y San Pedro, de José de Ribera.

El pasado mes de noviembre se inauguró Intacta María. Política y religiosidad en la España barroca, que permanecerá abierta hasta abril. Son 53 obras de arte que analizan el proceso de fabricación de la devoción a la Inmaculada Concepción de María en el siglo XVII.

Para terminar el año, el Museo de Bellas Artes ha abierto al público Fulgores de protección. El sonido de las estrenas en la platería valenciana. La particularidad de esta exposición reside en que es la primera vez que se realiza una exposición que muestra los amuletos-joyas, también llamadas 'estrenas' en el territorio valenciano, que protegían a los niños de enfermedades y de todo tipo de males en la segunda mitad del siglo XVIII y los inicios del siglo XIX.

San Leocadio, en El Prado

Por otra parte, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha entregado garantía de Estado a tres obras para su exhibición en el Museo Nacional del Prado, en su colección permanente.

Entre estas obras, según ha poidido saber este periódico, destaca La oración en el huerto (1500-1512), de Paolo de San Leocadio, pintor italiano que desarrolló gran parte de su actividad en València, y contribuyó a introducir el renacimiento en la ciudad.

Gracias a la protección del cardenal Rodrigo de Borja -el futuro papa Alejandro VI- Paolo de San Leocadio llegó a València en 1472, donde murió en 1512.

De sus obras destacan el San Miguel Arcángel de la Catedral de Orihuela y los frescos de la catedral de València, situados sobre el altar mayor y descubiertos con ocasión de unas obras de restauración en 2004 detrás de una estructura barroca que los escondía.