«¿Qué diferencia hay entre las webseries y 'Juego de tronos'?», se preguntaba ayer Ana Ramón Rubio, guionista y directora de la serie valenciana «Todos queríamos matar al presidente», que ayer se estrenó en La Fábrica de Hielo de la calle de Pavia de València ante decenas de seriéfilos. «Ana se hizo esa cuestión, y tiene mucha razón. Se debería suprimir el prefijo 'web' del concepto, ya que ahora todos consumimos series a través de webs, ya sea Netflix, HBO, Atresmedia o Movistar +», aseguró Miguel Cañizares, productor de esta serie que ya ha viajado por un gran número de festivales como el Marsella Web Fest, el Seriesland de Bilbao o el NYC Web Series Festival. Todos ellos han reconocido el trabajo actoral, de dirección y de guion de esta serie ante producciones de un alto presupuesto. «A veces nos sentíamos como intrusos en esos festivales. Las series que se presentaban tenían efectos especiales y estrellas cinematográficas», narraba Ana Ramón, pues el presupuesto de «Todos queríamos matar al presidente» no ha alcanzado los 3.000 euros.

«Todo surgió de manera precipitada. Después de 'Sin vida propia' (2013), queríamos volver a trabajar juntos». De hecho, «Todos queríamos matar al presidente» fue rodada en València en 10 días.

La serie valenciana narra cómo un grupo de trabajadores de catering recibe la inesperada visita del presidente del Gobierno, acusado de corrupción y de escandalizar a la opinión pública. Los trabajadores bromean con envenenarle la comida para acabar con los dramas del país. Sin embargo, todo se precipita cuando el representante político aparece muerto la mañana siguiente.

La serie se ambienta en un país imaginario y el presidente cuenta con todos los «sanbenitos» de los políticos contemporáneos.

Personajes de la calle

«Los espectadores se pueden sentir muy identificados. Todos hemos querido matar a nuestro representante alguna vez», explicó Ana Ramón. La serie, una comedia con tintes de thriller, también narra la difícil situación que vive una pareja joven y estancada en la rutina que debe enfrentarse a una posible acusación de ¿asesinato?. «La disyuntiva moral que se plantea en la serie es una de las cosas más interesantes. La gente se transforma ante esa situaciones límite», comentó una de sus actrices.

El reparto está compuesto por Ana Caldas (Rosana), Jaime Reynolds (Emilio), Fede Rey (Débora), María Albiñana (Margarita), Joan Manuel Gurillo (Presidente Martínez de Ochoa), Irene Olmos (Inspectora de Policía) y Jordi Marquina (Inspector de Policía).

La serie viajará próximamente al Worldwide Women's Film Festival de EE UU o al Buenos Aires Web Fest, donde será el representante español. La distribuidora canadiense HG Distribution ya ha fichado la producción valenciana para que pueda llegar a plataformas digitales de todo el mundo.