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Museo

La Fundación Bancaja respalda la creación de un museo Sorolla

Las 15 obras del pintor de la institución cultural podrían formar parte del espacio permanente proyectado en el Edificio del Reloj

Inauguración de la exposición «Sorolla. Un jardín para pintar», en la Fundación Bancaja. f. bustamante

La creación de un museo Sorolla en València, tierra natal del pintor, será fruto del consenso institucional. Por el momento, como ya avanzó Levante-EMV, tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el alcalde de València, Joan Ribó, acordaron dar luz verde a la puesta en marcha de una institución que exhiba de forma permanente la obra del maestro del luminismo que se encuentra en la ciudad. El lugar ideal para su ubicación sería el Edificio del Reloj en el Puerto de València.

Como ya avanzó este diario, la base de esta colección parte de las instituciones que cuentan actualmente con fondos de Sorolla. Estas colecciones públicas se encuentran a día de hoy en manos de la Generalitat -42 lienzos y 11 dibujos en el Museo de Bella Artes y dos obras en el IVAM-, del Ayuntamiento (tres obras) y Diputación (cerca de una veintena). A todas ellas podrían unirse, una vez alcanzado un acuerdo, las 15 que actualmente tiene la Fundación Bancaja.

De hecho, desde la entidad de la plaza de Tetuán aseguraron ayer que la Fundación Bancaja «reiteramos nuestro convencimiento sobre la necesidad de que València tenga un espacio permanente para la exhibición de obra de Sorolla como hemos venido manifestando».

El apoyo de la Fundación Bancaja a reunir en un solo espacio la obra del pintor valenciano hay que buscarlo, incluso, seis años atrás. Fue en 2012, cuando la entidad entonces presidida por José María Mas Millet, intentó poner en marcha su propio Museo Sorolla, con sede en sus instalaciones. Mas Millet y el patronato mantuvieron conversaciones con todos los propietarios de «Sorolla» en la Comunitat Valenciana. La mayoría se mostraron partidarios de ceder sus obras a una posible sede valenciana del legado del pintor. Incluso la familia Lladró dio luz verde a ofercer algunas de sus pinturas.

Tanto se avanzó que incluso la entonces consellera de Cultura, María José Catalá, anunció que el Museo Sorolla estaría listo en 2014, ya que por aquel entonces, en 2013, ya existía un convenio de colaboración entre estas entidades «casi acabado». Catalá aseguró haber mantenido conversaciones con el Ministerio de Cultura para el traslado de la obra de Sorolla del Museo de Bellas Artes de València a la Fundación Bancaja. Sin embargo, fue precisamente la familia Sorolla quien puso trabas al proyecto.

La bisnieta del pintor y miembro del patronato de la Fundación Sorolla, Blanca Pons Sorolla, fue reacia a repartir el legado del pintor fuera de Madrid. La respuesta de la presidenta frustró los planes de la Fundación Bancaja y obligó al público valenciano a conformarse con grandes exposiciones temporales como la que alberga ahora la propia entidad de la plaza de Tetuán, «Sorolla. Un jardín para pintar», que permanecerá en el centro cultural hasta el próximo 19 de marzo.

Las condiciones de la Casa Museo

La respuesta a aquellas pegas las dio la propia Pons Sorolla a este diario hace apenas unos meses: «La Casa Museo es un legado que hizo mi bisabuela. Nosotros no somos herederos. El heredero es el Estado español y la Fundación. La donación se hizo con unas condiciones testamentarias que hay que cumplir y es que las obras no pueden salir de forma permanente. Pero cuando hay unos espacios creados, temporalmente se pueden hacer exposiciones. Eso dependería de la dirección del museo en cada momento. Las obras no pueden estar en un baile continuo. A veces las movemos de más solo cuando el tema está más que justificado. Hay exposiciones a las que uno no se puede negar», dijo Pons Sorolla.

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