El Teatre El Musical presenta el próximo sábado la obra «Vania», una versión del texto de Antón Chéjov dirigida por Àlex Rigola que plantea eliminar la distancia entre el actor y la persona situando tanto a Ariadna Gil, Luis Bermejo, Gonzalo Cunill e Irene Escolar como a los espectadores en una caja de madera de seis metros por ocho sobre el escenario. Los cuatro protagonistas de «Vania», cuyas entradas están agotadas desde hace semanas, reflexionan, en un momento de la vida en el que ya han acumulado cierta experiencia, si los caminos escogidos durante ese trayecto han sido los correctos.

Como la propia compañía señala, «vivimos tiempos oscuros y de desengaño para el ciudadano: todo lo que ayer se proyectaba como futuro ha quedado despojado por una realidad que solo deja entrever desilusión y tristeza». Por ese motivo, un siglo después, el texto de Chéjov permite a Rigola «reflexionar sobre la pérdida de rumbo como si hasta ahora no hubiéramos aprendido nada», aseguran. Se trata esta de una visión «trágica» del mundo contemporáneo donde sus protagonistas descubren que «la vida no es como se la habían imaginado».

Uno de los planteamientos más «novedosos» de Rigola con «Vania» es la escenografía. Tanto los actores como los sesenta espectadores estarán situados dentro de una caja de madera de 8,5 metros de largo por 6,5 de ancho y tres de alto. El objetivo, dicen desde el teatro, «es acercar al máximo la relación entre espectador y actor, romper esa distancia intentando no entrar en actuaciones para ofrecer la oportunidad de juego, de vida, de compartir verdaderos pensamientos en lugar de representarlos». Para conseguirlo, explica el propio Rigola que necesita «distancias cortas, ofrecer al espectador una experiencia diferente que al mismo tiempo no precise de impostaciones vocales o técnicas para hacerse escuchar y se convierta en el confesor de estos artistas».

«Vania» tiene como tema central la vida, «que se puede observar a través de la visión de los personajes y de sus respectivas miserias», señalan desde el TEM. Los nombres de los personajes son los de los propios actores. Además, visten con sus propias ropas y la iluminación «no ofrece ningún filtro ni efecto para mostrar la vida de la manera más limpia y descarnada posible», dicen.

La obra, «valorada por la crítica como uno de los mejor montajes teatrales del año», agotó la venta anticipada de localidades hace varias semanas, informan desde el teatro. Las últimas entradas se podrán adquirir en las taquillas del teatro el mismo día de la función a partir de las 17 horas.