Los premios Oscar celebrarán una edición muy especial a partir de las 2 horas de la madrugada del domingo al lunes en el Dolby Theatre de Los Ángeles. No solo porque cumplen la friolera de noventa años sino porque, ante la ausencia de grandes favoritos (no hay un La La Land rampante) el protagonismo y la expectación será para el mensaje que se traslade a los espectadores ya desde la alfombra roja. Es la hora de la denuncia y las demandas. Los escándalos de abusos sexuales que salieron a la luz tras el caso del productor Harvey Weinstein, y que alumbraron el movimiento #MeToo, seguramente tendrán cabida no solo a la hora de los discursos sino, también, en los estilismos de las invitadas. El color negro pide primer plano. Además, las diferencias salariales entre hombres y mujeres que trabajan en Hollywood y la escasa presencia femenina en algunas categorías, son otro argumento para alzar la voz en el escenario.

En España, los Oscar, por Jimmy Kimmel, podrán verse en Movistar+ con un programa presentado por Gemma Nierga que empezará a las 23.30 horas en #0 y Movistar Estrenos. Después, se dará paso a la señal de la cadena ABC a partir de la 00.30.

No es una edición que pase a la historia de los Oscar. Gane quien gane. Antes de recibir acusaciones de plagio (al margen de su condición de refrito de otras películas), La forma del agua parecía nadar sin oposición para convertir a Guillermo del Toro en el tercer mexicano que conquista a los académicos tras Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. Con sus trece nominaciones, la fantasía de amor y espionaje conserva parte de sus opciones pero ya no se pronostica un paseo triunfal. Su director sí tiene muchas papeletas por su indudable apuesta por bordar un estilo visual virtuoso y estéticamente atractivo. Sus mayores rivales serán otros dos cineastas de depurado estilo: Christopher Nolan, por Dunkerque y Paul Thomas Anderson, por El hilo invisible. Las nominaciones a los debutantes Jordan Peele, por Déjame salir, y Greta Gerwig, por Lady Bird tienen más de palmadita para animarlos que de opciones reales de competir con los pesos pesados antes citados.

Tres anuncios en las afueras ha ganado enteros con la pérdida de confianza en La forma del agua, aunque también sufre una campaña hostil de quienes consideran redentora la evolución del personaje de Sam Rockwell, un racista al que le espera un volantazo argumental como mínimo chocante. Interesante pero muy irregular, no pasará a la historia del cine en cualquier caso, aunque se da por seguro el triunfo de Frances McDormand como mejor actriz, con permiso de una sensacional Margot Robbie por Yo, Tonya. No parece que Meryl Streep se vaya a llevar a casa otra estatuilla, y solo una apuesta tajante por el talento emergente daría opciones Saoirse Ronan, por Lady Bird. ¿Será Sally Hawkins, por La forma del agua, la gran tapada?

Gary Oldman sale con ventaja para ser elegido el mejor actor, y de hecho es lo mejor de la vulgar El instante más oscuro, pero deberá estar atento para que no le adelante Daniel Day-Lewis, por El hilo invisible, un trabajo tan formidable como todos los suyos, en el que no se limita a imitar a un personaje conocido sino que ofrece una interpretación matizada y muy personal. Además, ha dicho que se retira. No nos lo creemos, pero si es verdad no sería nada injusto que lo hiciera con un nuevo Oscar. Denzel Washington, por Roman J. Israel, Esq, parece condenado a quedarse a las puertas ahora que últimamente solo acepta papeles que le garanticen, como mínimo, una nominación, algo que ya es un premio gordo para Timothée Chalamet, por Call me by your name, y Daniel Kaluuya, por Déjame salir.

Como siempre, la pugna entre actores y actrices de reparto está muy reñida aunque se puede dar una pizca de favoritismo a Allison Janney, genial como madre tóxica en Yo, Tonya, y a Christopher Plummer, por Todo el dinero del mundo. A Kevin Spacey, borrado del montaje final tras las acusaciones de abusos, le olería a cuerno quemado. Pero no hay que descuidar a un gran Willem Dafoe por The Florida Project.

¿Un Oscar casi, casi seguro? Coco, la mejor película de animación de los últimos tiempos. Sin amor (Rusia) y The Square (Suecia) parecen llamadas a pelearse como mejor película de habla no inglesa. En la categoría de mejor guión adaptado habrán muchos aficionados al cómic que esperen un premio para Scott Frank, James Mangold y Michael Green por su estupendo trabajo en Logan, aunque tal vez los académicos tengan mala conciencia por su ninguneo a Aaron Sorkin y le distingan por Molly´s game, una película muchísimo mejor que la mayoría de las nominadas.