Espai Rambleta desafía a los circuitos culturales de música clásica y programa ópera un año más con la Orquesta de Cámara Eutherpe, la agrupación musical residente -junto a la Unión Musical de L'Horta de Sant Marcel·lí- del contenedor cultural. «El éxito de La Traviata en 2017 fue todo un éxito y no pudimos resistirnos a volver a repetir algo así», aseguró ayer Francisco Valero-Terribas, director musical de la orquesta, quien anunció esta nueva apuesta -que pretende ser anual- junto a Álvaro López-Jamar, coordinador de la Fundación Eutherpe en la Comunitat Valenciana. «Nuestro objetivo es potenciar el acceso al circuito cultural de la música clásica a las nuevas generaciones, así como romper barreras y estereotipos», destacó Valero-Terribas.

La programación que propone Eutherpe bailará entre dos auditorios, La Rambleta y el Palau de la Música, donde también representaron La Traviata. La primera cita musical será el próximo 20 de abril en el Palau con una «Serata lírica», con obras de Mozart, Rossini y Donizetti. En diciembre, llevarán sobre las tablas El Mesías de Händel junto al Coro Eutherpe. La ópera tendrá un fuerte protagonismo en 2019 con Il Trovatore, de Giuseppe Verdi. Según la agrupación, se tratará de una producción semiescenificada que podrá verse tanto en el Palau como en Espai Rambleta, aunque han evitado fijar fechas en el calendario, ya que según Valero-Terribas, se encuentran en «fase de preproducción».

Según la agrupación, el acceso a estos espectáculos será a «precios populares». «La música clásica no es para las élites, sino para todos», subrayó Álvaro López-Jamar, en relación a su interés por captar nuevos públicos.

«La persona abonada a la programación de grandes auditorios suele ser de edad avanzada, con un perfil social característico. Desde la fundación, estamos intentando llamar la atención de las nuevas generaciones, mediante intervenciones de los músicos en escena para poner las piezas musicales en contexto o mediante recursos audiovisuales. En este sentido, estar en Rambleta supone dar un paso más en esa dirección. Este centro cuenta con un público renovado y muy heterogéneo», aseguró el coordinador, que se basa en el éxito de taquilla que supuso La Traviata, con más de 4.000 asistentes. «El 80 % de los que vinieron no habían visto en su vida una ópera», apuntó Valero-Terribas. «Los auditorios han estado apartados de la calle, hasta el punto que la gente los percibe como museos cuyo contenido no les suele interesar. Ese es un prejuicio con el que hay que acabar», resaltó el director.

Falta de financiación

La Orquesta Eutherpe lleva cinco años en activo, y un año y medio en Rambleta. «El equipo del centro ejerce un apoyo integral a la agrupación», resaltó el coordinador. En este sentido, López-Jamar reconoció «echar en falta» el apoyo fehaciente de las instituciones, sobre todo en el aspecto de la financiación. «La Fundación Eutherpe es una asociación cultural sin ánimo de lucro que se autofinancia, un milagro para los tiempos que corren. Nos financiamos a través de la taquilla. Los músicos cuentan con una remuneración simbólica, casi compensatoria. La orquesta funciona con la vocación y la voluntad de mucha gente», destacó.

La orquesta lleva a cabo un promedio de 30 conciertos al año y cuenta con una plantilla muy joven. Se la considera una orquesta, como ellos mismos reconocen, de «cantera». «En la Comunitat Valenciana hay muchos jóvenes con una dilatada carrera que les es imposible obtener una plaza en una orquesta española, por lo que Eutherpe es una buena opción para seguir interpretando música. Tenemos la mejor cantera de la historia, y eso facilita que podamos hacer conciertos de primer orden», asegura el director.

Respecto a la posible competencia de Rambleta con otros auditorios clásicos, los representantes de la Orquesta Eutherpe prefieren relativizar. «La oferta que proponemos es complementaria a lo que ofrece el Palau o Les Arts», indicó Valero-Terribas, aunque apuntó: «Nuestra intención es darle la vuelta a la política de grandes eventos musicales».