La anécdota es bastante conocida. Miles Davis había acudido como invitado a un homenaje a Ray Charles en la Casa Blanca durante el mandato de Ronald Reagan. Al parecer, en un momento dado se le acercó al trompetista una mujer y le preguntó qué hacía él allí. «Yo he cambiado la música cuatro o cinco veces. ¿Y usted, qué ha hecho?», le contestó Davis.

Mucho menos expeditivos, pero igual de orgullosos, los invitados que el pasado jueves acudieron a la sede del periódico Levante-EMV a recoger el Premio Portada del Mes podrían haber explicado a quien les preguntara que su mérito ha sido el de mantener encendida la antorcha del jazz en València y también fuera, y contribuir a que el incendio se extienda poco a poco pero sin parar.

Aunque el galardón está dedicado al Jimmy Glass y a su propietario, Chevy Martínez, a raíz de la inclusión de este club en la lista de mejores locales del mundo de la revista especializada Downbeat, el periódico ha querido reconocer por extensión la vigencia e importancia del jazz en València y la labor de sus músicos, tal como explicó el director de Levante-EMV, Julio Monreal, durante el acto.

Por eso, con Chevy Martínez también acudieron a la entrega de la «portada del mes» de febrero algunos de los artistas de referencia del jazz valenciano como el guitarrista Joan Soler, los saxofonistas Perico Sambeat y Francisco Blanco «Latino» o la pianista Kontxi Lorente. También estaban el fotógrafo Antonio Porcar, cuyas fotos de conciertos en el Jimmy Glass han recibido varios reconocimientos internacionales, y Jorge Real y Josep Sogues, dos expertos en esta música y clientes «de toda la vida» del club del barrio del Carmen, además de Elena Costa, responsable de comunicación del negocio.

Monreal recibió a la tropa del Jimmy acompañado por el director general de Contenidos de Prensa Valenciana, Cruz Sierra, y el redactor jefe de Cultura del diario, Joan Carles Martí. También acudieron como invitados el director del Palau de la Música, Vicente Ros, y el periodista, ex subdirector de Levante-EMV y gran aficionado al jazz, Jesús Civera.

«En el mes de febrero encontramos que Jimmy Glass había sido reconocido por una de las revistas más prestigiosas del mundo del jazz como uno de esos lugares por los que vale la pena desplazarse desde cualquier lugar para escuchar buena música -señaló el director-. Por eso este periódico y esta sociedad le debe algo al Jimmy Glass. Este premio es también un compromiso para vincular esta casa con vosotros para ayudaros a que el jazz continúe creciendo en la Comunitat Valenciana, y estaremos muy orgullosos de hacerlo».

«El Jimmy Glass ya tenía reconocimiento internacional y eso es siempre bonito -subrayó Chevy Martínez-. Pero que en tu ciudad también te reconozcan de esta manera tan maravillosa te hace tener la sensación de que algo bueno has hecho por tu ciudad».

Más aficionados

El desayuno con el que se acompañó la entrega de la Portada dio para muchas reflexiones en torno al jazz y la música en general y sobre el ocio nocturno en València. «Aunque en España y en València existe un desconocimiento importante del jazz, hora mismo hay más aficionados que hace veinte años -explicó el dueño del Jimmy Glass-. Hay gente joven que se va incorporando pero también gente mayor que estaba alejada del jazz y que lo ha descubierto».

Martínez aseguró que el secreto de este local con 27 años de historia ha sido «trabajar mucho, mantener una línea coherente e involucrar a los músicos de València en muchos proyectos». «Es uno de los pocos clubes del mundo que aguanta sin subvención de ningún tipo, ni siendo un restaurante ni convirtiéndose en discoteca», subrayó Perico Sambeat. «Y se ha convertido en una escuela fantástica en la que hemos aprendido muchos », añadió «Latino».

Sobre las ayudas, Vicente Ros apostó por la colaboración entre instituciones y locales para convertir a València en una «music city» que atraiga al turismo. «Las ayudas son bienvenidas, pero lo que tendría que ser obligatorio es la protección a los locales históricos que estamos haciendo desde hace años cosas importantes por la ciudad», defendió Chevy, quien también reivindicó impulsar de nuevo la noche valenciana más allá de los fines de semana.

«Un sitio así interesa a la ciudad, no sólo para ver cosas sino también porque aquí nacen cosas», subrayó Elena Costa, en referencia a los más de 240 conciertos que se programan cada año y a los proyectos musicales que han nacido en el Jimmy Glass impulsados por un Chevy Martínez que también ejerce de «ideólogo» de la escena. «Después de todo, en València hay algo especial en relación a la música -concluyó Joan Soler-. De mi generación han salido músicos de jazz sin haber ni una escuela ni una tradición previa. Y eso se ha conseguido gracias a lugares como éste».