Manel Navarro, El sueño de morfeo, Beth, Soraya Arnelas, Las Ketchup... La lista de representantes españoles en Erovisión que han aminorado su presencia mediática a raíz de su participación en el certamen es más larga de lo que nos gustaría admitir. También tenemos constancia de candidatos que, lejos de desaparecer, han redirigido sus carreras para «eliminar» la huella del certamen de sus currículums. Es el caso de Daniel Diges, un famoso actor y cantante de musicales, o Barei, que vuelve a centrar su carrera en la composición.

Sin embargo, la maldición que pendía sobre los representantes españoles en Eurovisión se ha roto este año. De hecho, ha volado por los aires. Amaia participó el pasado viernes en uno de los festivales más destacados del calendario musical en España, el Primavera Sound de Barcelona. La «triunfita» eligió el certamen «indie» para llevar a cabo el primer concierto en solitario de su carrera. Lo curioso es que la proposición fue aceptada por el festival, que no vio en ella a una figura en declive tras su participación en el festival eurovisivo. De hecho, Amaia ya es calificada como la «nueva promesa indie» de España. Compartió cartel con grupos como The National, Bad Gyal, Björk o Artic Monkeys.

Desde su participación en el «talent show», la navarresa no ha dejado de transmitir reivindicaciones relacionadas con el feminismo, las normas de la estética o el patriotismo a través de sus redes sociales, algo muy poco común en un candidato a Eurovisión. «Existen muchas formas de querer a un país», aseguró la cantante ante la polémica por el libro España de mierda, que le regaló su compañero eurovisivo, Alfred. Él tampoco se ha quedado atrás en su promoción mediática más allá del gran público, el mismo que criticó al joven dúo musical por algunas de sus reivindicaciones.

En la línea de Amaia, Alfred ya ha confirmado para participar en el Arenal Sound de Burriana, el más multitudinario de la Comunitat Valenciana. Compartirá cartel junto a Zombie Kids, Sidecars, El Kanka, Dorian o Steve Aoki.

A pesar de que el caso de Amaia y Alfred llama la atención a causa de la deriva de los representes españoles. Lo cierto es que la proyección de los artistas recién salidos del certamen se ha diversificado en los últimos años. El gran público ya no es un objetivo para estas nuevas estrellas. Ejemplo de ello es Salvador Sobral, el ganador de Eurovisión 2017, que participará el próximo 7 de julio en el Festival de Jazz de València. Sobral se ha desenmarcado totalmente de la corriente eurovisiva para centrarse en el sector jazzístico. Él fue quien dijo abiertamente que la canción ganadora de Eurovisión, «Toy», de Netta, «era horrible». Una nueva generación musical despierta.