Tres astronautas despegan hoy desde Baikonur (Kazajistán) rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) como parte de «Horizons», una misión internacional en la que se llevarán a cabo unos 60 experimentos para la investigación contra el cáncer o el estudio del cuerpo humano en la ingravidez. El despegue, que tendrá lugar en el cosmódromo a las 11.12 GMT, supone el inicio de una misión que durará hasta el 12 de diciembre y en la que el astronauta Alexander Gerst se convertirá en el primer ciudadano alemán en comandar la plataforma orbital, informó ayer la Agencia Espacial Europea (ESA).

Entre los experimentos que se llevarán a cabo en 16 módulos de la EEI, junto al cosmonauta ruso Serguéi Prokopyev y la estadounidense Serena Auñón-Chancellor, se encuentra el estudio de enfermedades como el cáncer, el asma y la osteoporosis en estado de ausencia de la gravedad.

Gerst explicó durante la presentación de la misión en la ESA en Colonia (Alemania) que «se ha descubierto que las células cancerígenas tienen un comportamiento distinto en la ingravidez», lo que hace más interesantes estas pruebas.

Bajo circunstancias espaciales investigarán las propiedades biomecánicas de los músculos humanos en suspensión en el marco del experimento «Myotonos», cuyos resultados podrían después llegar aplicarse a la rehabilitación de fracturas óseas.

Otros experimentos pretenden afrontar cuestiones como la del Tiempo elástico en el espacio, a fin de que los resultados puedan tener un impacto en la gente de mayor edad y en personas con alguna discapacidad de movimiento.

El combate contra el asma es otro de los puntos clave de esta misión con un experimento que pretende medir el óxido nítrico -parámetro que indica con fidelidad el grado de inflamación pulmonar- con una baja presión atmosférica.

En un vídeo difundido por la ESA, el astronauta alemán recordó que estos experimentos -Alemania participará en 40 de los cerca de 60 que se llevarán a cabo- pueden «ayudar a cerrar varios vacíos de conocimiento que no pueden ser llenados en la Tierra», además de señalar el camino de futuras expediciones a Marte o la Luna, junto con la promoción de los avances tecnológicos. En este ámbito destaca en esta misión aeroespacial el asistente Cimon, el primer robot volador y autónomo del mundo en el ciberespacio y que está dotado además de inteligencia artificial, sensores, cámaras o incluso de un procesador de lenguaje.