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Entrevista

Nachito Herrera: "En la música que llamamos clásica hay mucha improvisación de jazz"

«El piano no es un instrumento fácil; tienes que dividir tu cerebro porque tienes dos manos», señala el músico

Nachito Herrera: "En la música que llamamos clásica hay mucha improvisación de jazz"

Ignacio «Nachito» Herrera sorprendió al público cubano con solo 12 años, edad a la que interpretó el «Concierto Número 2» de Rachmaninoff con la Orquesta Sinfónica de La Habana. Más tarde, se unió al célebre Cubanismo como pianista principal, arreglista y director musical. Ha tocado en muchas de las mejores salas de conciertos y prestigiosos festivales de jazz del mundo y ha recibido numerosos premios. Hoy abre los conciertos en el Palau de la Música del XXII Festival de Jazz de València. Lo hará junto a la Orquesta de València (OV) y bajo la dirección de su titular, Ramón Tebar. Interpretarán obras de George Gershwin y trabajos del propio Herrera.

P ¿Cómo será el concierto el hoy?

R Es un gustazo estar en València por primera vez en mi carrera. Me recuerda mucho a Cuba. El concierto es un homenaje a Gershwin. Vamos a tocar, entre otras, obras poco conocidas. Gershwin demuestra que la música es una sola. En él siempre encontrarás combinación de todos los sabores: jazz, clásica, improvisación... Para mí, la música -aunque es una- la hay de dos tipos: la buena y la mala. Y en todos los géneros pasa lo mismo. El concierto no tendrá intermedio. Vamos a romper el protocolo de la música clásica.

P ¿Cómo ve a la OV?

R Me gusta mucho, es buena, con mucho interés e ímpetu. La música de Gershwin es muy particular. Siempre muestra su naturalidad, su nacionalidad jazzística americana. Hay que entender su estilo. La OV está haciendo un trabajo fabuloso y nos llevamos muy bien. Me gusta el resultado. Me siento como en casa. Espero que no sea la última vez que me inviten.

P Usted, al sentarse con toda una orquesta sinfónica, rompe el cliché de músico de jazz en clubes humeantes...

R Sí (ríe). Se lo debo a la educación musical en Cuba. Cuando era niño y le dije a mis padres que quería ser pianista me llevaron a La Habana e hice la carrera de piano clásico. Eso no se me ha olvidado nunca. Todos los días de mi vida, cuando me siento a estudiar al piano, toco algo de clásica. Está en mi alma. En la música que hoy llamamos clásica hay improvisación de jazz. En cualquier instrumento es importante la técnica y eso solo se logra en la clásica. Me encanta la interrelación con los músicos y las orquestas. Me gusta sentirme parte de la orquesta. Un buen trabajo necesita comunicación. La música es parte de mi arma para luchar contra quienes nos quieren separar o quienes se creen superiores. Por mucho dinero que tengan, todos somos iguales.

P El piano no parece un instrumento fácil para improvisar.

R Y no lo es. No podemos pecar de autosuficiente diciendo que es fácil. Necesita empeño, dedicación, estudio, práctica... La carrera de piano clásico en Cuba te toma 16 años. Siempre hay que estar pendientes de lo que pasa artísticamente; el mundo va más rápido que hace 30 años. El piano no es un instrumento fácil. Tienes que dividir tu cerebro en dos partes, porque tienes dos manos y hacen cosas diferentes. Y no solo trabajan tus manos, sino también tu cuerpo. Depende mucho tu situación físicomental para un buen resultado. Yo estudio la improvisación. Hay muchos recursos que uno debe estudiar para facilitar el desarrollo de las ideas cuando estás improvisando sobre el escenario.

P ¿Qué siente cuando se sienta al piano?

R Todo. Alegría, nerviosismo, temor,... Me gusta hacerlo lo mejor que puedo. Soy muy autocrítico. Mi satisfacción es llegar a los músicos y al público. Sin el piano no soy Nachito Herrera. Quiero transmitir todo mi sentimiento y es lo que quiero seguir haciendo durante el resto de mi vida.

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