El Institut Valencià d´Art Modern (IVAM) quiere que su visitante o el viandante que pase por delante haga un alto en el camino, que respire y se refresque de la altas temperaturas que la ciudad ya empieza a alcanzar. Para ello, cuenta en su explanada con la intervención efímera «Esa cosa rosa», obra de los arquitectos Langarita & Navarro y el artista Jerónimo Hagerman.

Los tres, junto al director del museo, José Miguel G. Cortés, presentaron ayer esta instalación formada por unas lonas de color rosa de 340 metros cuadrados, extendidas desde la fachada al suelo de la explanada, cuya forma recuerda a las hojas de las palmeras de este espacio. La instalación se complementa con 400 plantas naturales (adelfas o cycas revolutas) distribuidas en cuatro islas. Estas islas están delimitadas por biorrollos de fibra de coco y en los que el visitante se puede sentar.

Según explicaron sus creadores, «podemos distinguir dos resistencias en la arquitectura: el busto y el pellejo. El busto corresponde a la parte dura, pesada, inerte, de un edificio. El pellejo se refiere a todo lo que es perecedero, orgánico, que se pudre o pierde con el paso del tiempo, como las plantas. Nosotros reivindicamos esos tejidos blandos en la arquitectura». El objetivo del proyecto -específico para el IVAM-, añadieron, es «transformar un espacio público en un lugar más habitable».

En esta instalación, que permanecerá en la explanada del IVAM hasta el próximo 23 de septiembre, predominan los colores rosa de las lonas y el verde de las plantas. En opinión de Langarita & Navarro y Hagerman, el color rosa «representa valores como la diversidad o la inclusión» y se complementa con el verde de las plantas y genera «un gran contraste» con la fachada del IVAM.