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Crónica de excesos y alegrías

Crónica de excesos y alegrías

Al tercer día de la tercera edición del festival Tercera Setmana resucitó el teatro valenciano. En efecto, diversas producciones valencianas han entrado en la selección del certamen, pero de tan diverso calado que no termino de ver el perfil que se quiere imprimir al certamen auspiciado por la AVETID. Pero este tema lo dejo para las conclusiones, porque ahora querría dar cuenta de estos trabajos. Por orden de aparición.

En primer lugar subrayo la sensaciones vividas por «La alegría está aquí dentro», un montaje de «Familia política» cuyo eje es un texto de Guadalupe Sáez. Tres personajes expresan una serie de sensaciones relacionadas la rememoración de los días felices, y su choque con las dudas del presente que comparten. Me interesó el trabajo porque permite la valoración de algunas luces y sombras de una tónica general de muchos autores actuales. Poca teatralidad (en sentido convencional) y mucha poética. Y, sobre todo, fragmentación.

Si bien los textos actuales dejan abiertos los significados, también dejo abierto lo señalado para pasar al siguiente espectáculo: «Separeu-vos junts» (La Dependent). La obra no engaña, quiere contar una historia muy habitual en la novela y en el cine: la separación de una pareja y las tensiones que surgen con los hijos. Pero lo importante es que el planteamiento teatral ha conjuntado bien todos los condimentos: texto con canciones, dirección e interpretación. Es evidente que una parte del acierto está en la presencia de la joven actriz Natalia Nadal. De aquí pasamos no a la eternidad, pero sí a «Crónica de excesos», una obra con la que PTV deja por un momento las narices y los zapatones de payaso para adentrase en una obra para adultos. Pero no se deja el alma del grupo, la habilidad de Eduardo Zamanillo para construir textos. La obra se podría titular: «Partitura para una actriz sola y voces». En un principio este conjunto de escenas adquiere un tono allegro ma non troppo, para llegar a temas dramáticos como la violencia de género. Magnífica actuación de Amparo Mayor. Y las voces. Después llegó «La llum del món», de CRIT, una suave parodia de algunos momentos de la Biblia. El montaje no es original, salvo alguna cosa (como diría Rajoy), pero sí efectivo y repleto de encanto.

El festival finaliza este fin de semana, pero todavía hay tiempo para ver algunos platos fuertes como «Mendoza». El grupo mexicano, Los Colochos, es el artífice de trasladar «Macbeth» a la Revolución Mexicana. Una obra que, según se ha dicho, cala a los espectadores hasta lo profundo de los huesos. Otro de los programas reseñables es «Family(es)», de Espacio Inestable cuyo eje es la familia acompaña con una pregunta: ¿cómo bombardear ese reducto? Y a modo de fin de fiesta, remarco «Dead Hamlet», una versión libre de Sennsa Teatro Laboratorio, esto es, teatro físico y danza expresiva.

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