P ¿Con todo lo que ha pasado en España en las últimas semanas, echa de menos haber tenido el «Salvados» a mano?
R El problema es que con la intensidad informativa que se vive en este país no dejarías de hacer programas nunca, así que de vez en cuando va bien parar.
P ¿Con el nuevo gobierno ve posible un «Salvados» en La 1?
R «Salvados» podría hacerse perfectamente en la televisión pública, si las televisiones públicas no fuesen vistas por algunos políticos como su cortijo.
P Fue de los primeros en entrevistar a Pedro Sánchez tras ser destituido como secretario general del PSOE. ¿Era de imaginar que un año después sería presidente del Gobierno?
R En un año y medio, no. Pero sí lo vi con una determinación que me sorprendió aunque en el momento en el que lo entrevistamos estaba en un momento muy duro de su vida política.
P Ahora que se ofrece a regenerar el centroderecha, ¿cree que es más fácil entrevistar a José María Aznar?
R Ya me gustaría, utilizaré ese argumento para ver si lo convenzo.
P ¿Cuándo sintió el click que le hizo cambiar del «Salvados» de humor al formato más serio?
R No pasó de un día a otro. Fue una cosa muy lenta, fuimos acostumbrando al espectador a que el programa estaba virando. El año de inflexión fue sobre todo 2011, que coincidió después con el 15-M. La evolución de la sociedad de este país vino acompañada del cambio en «Salvados». Nosotros éramos unos indignados más
P ¿Le gustaría volver a ser el Follonero?
R Sería difícil, pero de vez en cuando recuperar pinceladas de humor y risa no me importaría. Es un terreno en el que sigo sintiéndome cómodo.
P ¿Cómo lleva haberse convertido en un fenómeno mediático?
R Relativizándolo. No nos podemos flipar demasiado. Es una cosa fugaz que ahora nos ha tocado a nosotros. Hemos tenido mucha suerte porque lo que queríamos hacer es también lo que quería el espectador.
P ¿Por qué el del Metro es su «Salvados» preferido?
R Una de las pretensiones del periodismo es que las cosas cambien, y aquel programa alguna cosa cambió. Cambió la percepción de buena parte de la sociedad española y valenciana sobre lo que había pasado aquel mes de julio y se hizo de alguna forma mucha justicia social cuando al viernes siguiente de la emisión se llenó la Plaza de la Virgen. El agradecimiento de las familias recompensó muchas horas de trabajo.
P ¿Por qué tuvo más repercusión una hora de su programa que tantos años de investigación de la prensa local?
R Nosotros hicimos de altavoz y dimos fuerza a un tema en el que compañeros como Laura Ballester (periodista de Levante-EMV) ya estaban trabajando. Sin ese trabajo nunca hubiéramos hecho aquel programa.
