Casi al final de temporada, el Palau de les Arts abre las puertas de su sala Principal a Mefistófeles, es decir, al mismísimo diablo del Fausto de Goethe. El coliseo valenciano estrenará el próximo miércoles «La damnation de Faust», ópera de Hector Berlioz (inspirada en la obra del alemán), con dirección musical de Roberto Abbado; escénica de Damiano Michieletto; y con Silvia Tro Santafé, Celso Albelo y Rubén Amoretti como protagonistas.

Abbado explicó ayer en la presentación de esta obra que «estamos ante una obra maestra de clasificación difícil. No es una ópera ni una cantata, sino una partitura de instrumentación especial donde la música puede volar y dejar volar a la gente con su imaginación, donde conviven formas cultas, como la fuga, el doble coro y la estereofonía vocal con formas vulgares. Una locura aparente donde todo es lógico».

Esta obra es un híbrido sinfónico-teatral que supone un paso adelante en la transformación del modelo operístico. La obra investiga un nuevo modelo dramático combinatorio entre lo concertístico y lo teatral, y propone, sobre un modelo sinfónico, ballet, arias, dúos y coros propios de la música escénica. «Berlioz busca los extremos para conseguir su proyecto, retratar la trayectoria de Fausto, donde sus penas son las del propio compositor en una obra de sentido psicológico y biográfico muy importante», dijo el director musical.

Por su parte, Eleanora Gravagnola, responsable escénica de la reposición, indicó que la inspiración viene del hamlet de Shakespeare. «Aunque en el espectáculo no hay referencias al drama shakespeariano, el personaje de Fausto está inspirado en él: ambos experimentan un malestar, nostalgia, meditan un suicidio, no encuentran su lugar en el mundo y ambos tienen la posibilidad de que una mujer, es decir, el amor, pueda ser una esperanza de salvación, pero, sin embargo, optan por la autodestrucción».

Una de las curiosidades de la puesta en escena es el uso de una cámara sobre el escenario, que proyecta la imagen en el escenario y que simboliza el ojo de Mefistófeles que todo lo ve.

Esta coproducción de Les Arts con la Ópera de Roma y el Teatro Regio de Turín, ha sido distinguido por la crítica italiana como el mejor espectáculo de 2017 en los Premios Franco Abbiati.