Los ánimos estaban calientes entre las miles de personas que anoche asistieron al único concierto de Operación Triunfo 2017 en València. No era para menos, algunos llevaban más de 24 horas en cola para conseguir el mejor sitio soportando las temperaturas veraniegas que ayer se registraron en València donde los termómetros llegaron a marcar 26 grados.

Sonia Oliver, de 40 años, acudió junto a unas amigas para escuchar en directo a Cepeda y esperaba que se besase con Aitana. "Viene por el 'salseo', pero también porque le gusta mucho", admitía una de sus acompañantes. Lola Brun se plantó entre una multitud de adolescentes a sus 63 años. La ganadora del concurso, Amaia, es su favorita y deseaba escuchar 'Shake it out', una cación con la que la concursante del 'talent show' puso a la audiencia y a las redes a sus pies en el programa.

Con una puntualidad insólita en los conciertos multitudinarios, a las 21.30 en el auditorio sur de La Marina de València un estruendo recorrió el pecho de las 18.000 personas que abarrotaban la explanada. Con las primeras notas de 'I'm still standing', el enfado previo de los asistentes se convirtió en un grito unísono que marcó el inicio de la fiesta.

La primera interpretación en solitario fue la de Ricky, uno de los primeros expulsados por la audiencia de Televisión Española, al que el público tiene un gran cariño por las constantes bromas a sus compañeros. Tras entonar 'Let me entertain you' pidió perdón por el "caloret" que se vivió en la cola.

A Ricky le siguieron un par de actuaciones insustanciales a juzgar por la actitud pasiva del público hasta que Marina subió al escenario. La concursante reivindicó los derechos LGTB durante su estancia en la academia, besó a su pareja trans en el 'prime time' de la cadena público y cantó ante el público valenciano con una bandera arcoiris colgada del micrófono. La crítica ha reconocido en múltiples ocasiones la visibilización de las personas LGTB que ha supuesto la emisión de Operación Triunfo 2017.

"Por el amor, por la libertad y por la visibilidad", afirmaron Raoul y Agoney ante un público que esperaba ver repetido en directo el beso con el que los concursantes cerraron su actuación en una gala del concurso y que fue sustituido por un frío apretón de manos.

El público tuvo que esperar 40 minutos para ver algunas de las actuaciones más potentes. Tras el 'Quédate conmigo' de Nerea, llegó el silencio para disfrutar de la voz de Amaia mientras cantaba 'Miedo' al piano. La navarra, que ganó el concurso, es una de las grandes favoritas del público junto a Aitana, por quien el público enloquece cada vez que entra en escena.

Agoney se convirtió en un huracán para ponerse en la piel de Tino Casal y cantar 'Eloise'. Con la entrada de Alfred en el escenario, el público levantó los brazos para cumplir los deseos del catalán, que buscaba compartir sus "secretos y rarezas", acompañado de las miles de luces de los teléfonos móviles.

Los servicios sanitarios tuvieron que correr entre el público para asistir varios desmayos cuando Amaia Romero cantaba 'Shake it out', minutos después el romanticismo de 'City of stars', banda sonora de la oscarizada La La Land y uno de los temas más escuchados de la pasada edición de Operación Triunfo, invadió el auditorio sur.

Altanera, preciosa y orgullosa tomó Ana Guerra el escenario al ritmo de 'La Bikina'. La canaria presentó a sus compañeros de la banda y a Manu Guix, profesor de los triunfitos, que estaba sentado al piano.

El 'hit' del verano lleva la firma de Aitana War -Aitana y Ana Guerra-. 'Lo malo' puso a bailar al público valenciano al grito de "pa' mala yo" el estribillo que más suena en las discotecas.

Los 16 participantes del concurso de talentos se reunieron en el escenario para cantar 'Camina', el himno de la edición, y despedir el espectáculo. Pero la música volvió a retumbar en el auditorio y el público enloqueció con el beso final tras 'Tu canción', con la que Amaia y Alfred representaron a España en el festival de Eurovisión.

La cita con los nuevos artistas terminó a las 00 horas, tras dos horas y media de espectáculo con 'La revolución sexual'. El calor de la cola se convirtió en dolor de pies y espalda, y la felicidad entre los más jóvenes de haber asistido a su primer concierto. Otros, no tan jóvenes ya, quisieron recordar con este concierto aquella primera vez acompañados de Chenoa, Bisbal y Rosa.