Hace unos años el director húngaro de cine Bogdán Árpád realizó un documental para la BBC sobre el ataque neonazi a un campamento de gitanos rumanos en 2009 con perros, rifles y cócteles molotov. Aquel hecho, y aquella película de no ficción, son la semilla de la que ha brotado Génesis, el largometraje que Árpád estrenó ayer en el festival Cinema Jove para competir en su Sección Oficial. En esta película con reminiscencias bíblicas que volverá a proyectarse el sábado a las 22.30 en la Filmoteca, Árpád cuenta la historia de un joven cuya infancia termina de manera abrupta cuando su familia es asesinada en un ataque racista y brutal, y de la abogada que defiende a un acusado de ese crimen y que entra en contacto con el joven romaní al investigar el caso.
Señalaba en una entrevista ofrecida al festival el realizador húngaro -que, como el protagonista de su historia, también es de origen gitano-que la grabación de aquel documental «fue un encuentro impactante con el mal (con mayúsculas) en sentido bíblico. En un país europeo donde la democracia, la aceptación y la tolerancia deben ser obligatorias después de los horrores de la II Guerra Mundial, este intento de protección fue destruido de un momento a otro. Me resultó impactante que esto pudiera haber sucedido en medio de Europa. Este suceso es un indicativo de que algo debe ser reconsiderado e interpretado, porque los fundamentos más básicos de la humanidad fueron atacados».
Hoy, a las 11.30 horas, tendrá lugar el segundo y último pase de una de las películas más potentes de la Sección Oficial de Cinema Jove: The hungry lion, del director japonés Takaomi Ogata. La protagonista de este film estrenado el martes en València es Hitomi, una joven cuyo tutor de aula es apresado por la policía acusado de prostituir a menores y distribuir pornografía infantil. En el instituto corre el rumor de que Hitomi filtró un vídeo del profesor, mentira que acabará perjudicando enormemente a la alumna.
Explicaba Ogata en el festival que el título de la película (El león hambriento) «vino por un lienzo llamado León hambriento atacando a un antílope, del artista francés Henri Rousseau. En la pintura, un león muerde profundamente el cuello de un antílope en la jungla. Un leopardo se esconde en un arbusto en la parte posterior e intenta compartir la presa. Un búho espera con carne en la boca y ve cómo van las cosas. Además, hay otro pájaro y un mono con una mirada dura. Sentí que esa imagen era como el microcosmos actual de Japón. La jungla es el universo internet o el conjunto de redes sociales donde la gente mantiene el anonimato. Las personas persiguen a la protagonista hasta el suicidio en la película como si fueran animales, y se puede asimilar la jungla a una sociedad de realidad virtual. De modo que tomé prestado el título de la pintura».
Así pues, The hungry lion es una crítica a la sociedad japonesa que a pesar de su modernidad continúa inmersa en la ley del silencio, y a la sociedad global, con especial atención al papel de los medios de comunicación, que apoyan y fomentan esta nociva tendencia a la imprecisión y a la inmediatez. «En Japón, se consideran personales las causas de varios incidentes y problemas, tiende a pensarse que son responsabilidad propia -explica el director-. No se contemplan como problemas sociales. Los problemas que debe considerar la sociedad en su conjunto, como el abuso infantil, la atención de enfermería, el desempleo, la privación de la vida, se han considerado durante mucho tiempo como problemas individuales».
Tragicomedia polaca
Hoy jueves, uno de los platos fuertes del festival será el estreno a las 18.0 horas de la película polaca Silent night, ópera prima del realizador Piotr Domalewski y la última en entrar en competición en la Sección Oficial. La actriz principal, Agnieszka Suchora, presentará el filme en la Filmoteca y participará después de la proyección en un coloquio con el público asistente.
«Quería contar una historia entre los miembros de una familia, cuyo vínculo no puede romper ni siquiera el mayor de los dramas», asegura Domalewski sobre la trama de esta película de contrastes, costumbrista y coral, que invade el terreno de la tragicomedia por las dosis de humor que salpican los múltiples conflictos que surgen entre los personajes.
