Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Vicent Marzà: "Un Museo Sorolla complementaría la oferta expositiva"

«Más que hablar de la ampliación del IVAM, hay que trabajar en profundidad los proyectos expositivos»

Vicent Marzà: "Un Museo Sorolla complementaría la oferta expositiva"

La última vez que entré en el despacho del conceller inquilino de la avenida de Campanar, Vicent Marza (Castelló, 1983) tenía tres años. Además de los cambios propios después de tres décadas, tecnológicos sobre todo, sorprende una bicicleta junto a la mesa, repleta de informes, del titular del departamento de Educación, Investigación, Cultura y Deportes del Consell. Cicloturista confeso y activista de la escuela pública, el área cultural parece la hermana descuidada de su macroconselleria. Un sector, el valenciano, muy habituado a reclamar al conseller de turno «¿qué hay de lo mío?», y muy poco dado a crear estructuras estables. Por eso se presta a hablar solo de cultura.

P ¿La asignatura pendiente del Botànic es la cultura?

R No. Desde el primer momento nos hemos esforzado para cambiar no solo las estructuras, sino también los instrumentos y los objetivos. Cuando llegamos nos encontramos una política cultural basada en ocurrencias y no tanto en la estrategia, que la cambiamos y está empezando a dar frutos.

P ¿Cuáles?

R Hemos duplicado las asistencias al teatro, o casi triplicado el de algún museo, como el del Centre del Carme. Al mismo tiempo hemos creado más industria cultural. Un cambio de rumbo muy grande.

P Eso de la asignatura pendiente era una afirmación de Toni Gisbert, secretario de Acció Cultural del País Valencià.

R No la comparto. Los datos muestran que se está haciendo muchísimo. Somos el segundo territorio donde más ha subido la inversión en cultura. Hay diferentes estudios, como el de la Fundación Estudios para la Innovación, que nos situa como los que más mejoramos en índices de innovación cultural, de acceso y de creación de industria. Vamos en el buen sentido, pero no todo se puede revertir en cuatro años.

P El sector, en privado, siempre expresa su decepción por la falta de coordinación entre les administraciones culturales.

R Hemos creado más de 2.000 puestos de trabajo en el sector cultural, por tanto algo se está haciendo bien. También se están creando empresas y mejorando la precariedad. Por primera vez en la historia hay un convenio colectivo firmado entre los actores del teatro y las patronales. Es evidente que partimos de muy abajo y toda mejora será insuficiente, pero el cambio de tendencia es evidente.

P ¿Es partidario de una Conselleria solo de Cultura?

R No, no la separaría.

P ¿Por qué?

R Tiene una explicación bastante lógica. Trabajamos desde diferentes perspectivas, pero hay una principal, la generación de nuevos públicos. Realizamos muchas actividades que tienen una relación directa con el sector educativo. Ese enlace funciona. Por otro lado, a la cultura también le viene bien estar en una macroconselleria con tanto presupuesto. En porcentaje, los presupuestos de Cultura suben más que los de Educación.

P El año que viene el IVAM cumple 30 años. ¿Habrá ampliación?

R Habrá el Jardín de las Esculturas, que se abre al barrio y a los fondos del IVAM, para que las esculturas estén visibles y visitables. Además ya se ve un cambio en el modelo expositivo, que empieza a recuperar la confianza del público. El año pasado casi se duplicaron los visitantes.

P ¿Quién frenó la ampliación al MuVIM?

R Nunca he hablado de ampliación al MuVIM.

P Públicamente, no.

R Nunca lo he dicho.

P Pero no se lo inventó alguien.

R No lo sé, conmigo no debieron hablar. Más que ampliación de espacios, hay que trabajar en profundidad los proyectos expositivos. Es más una condición de contenido y proyecto expositivo, que no de ampliación a corto plazo. El IVAM dispone de fondos de gran valor.

P Para eso necesita una ampliación, y para seguir la secuela de los grandes museos, como la Tate, para las nuevas tendencias.

R Primero hemos hecho una ley, aprobada por unanimidad, dando la máxima estabilidad al proyecto. A partir de ahí, ya hablaremos si hace falta una ampliación.

P El área de Cultura de las diputaciones es una competencia impropia.

R Sí, ya hemos dicho que poco a poco deben revertirse a las conselleries. Ese trabajo no se puede hacer de hoy para mañana.

P ¿Y no puede haber una ampliación en otro espacio que no sea el MuVIM?

R De momento nos debemos centrar en lo que he dicho. Y la ampliación debe venir primero del proyecto, de la aceptación del público, que ya está viendo. Ese será el punto de partida para el próximo curso con los deberes hechos. A partir de ahí, ya pensaremos en la posibilidad de abrirse a nuevos espacios.

P ¿Es posible un Museo Sorolla en València?

R Es posible y complementa bastante bien la oferta expositiva existente. Sorolla es uno de los artistas más reconocidos y puede haber un espacio.

P ¿Dónde y cuándo?

R Hay diferentes propuestas, se está trabajando en la Marina y en el Puerto. Es un buen lugar. No depende de nosotros, cuando la autoridad competente dé ese paso, nos pondremos, porque queremos que sea un buen espacio. A través de la cultura nos tenemos que diferenciar. El proyecto cultural debe ser estratégico y por eso intentamos coordinarnos con el resto de sectores, también en el mundo privado y presentarnos como uno de los valores diferenciales.

P ¿Con la elección del nuevo director artístico termina la crisis en Les Arts?

R Consolida el nuevo proyecto de Les Arts. Se lo presentamos a Davide Livermore, antes que hubiera dimisiones, no le cuadró y realizó su conocida salida. Por encima de cualquier persona están los proyectos, como el de Les Arts, con un mayor arraigo en la ciudadanía sin perder la excelencia y la mirada internacional. Lo hemos conseguido, cuando hay muchos gobiernos que hablaban de eso. Recuerdo a algunos consellers, y alguna consellera, del PP que pedían a la sociedad valenciana que entrará. Pero no lo consiguieron.

P ¿El nuevo Patronato es una causa-efecto de la dimisión de Livermore?

R Sí, es un proyecto mucho más abierto y sostenible sin una única dirección, más colectivo, y con una mirada abierta al conjunto de Les Arts; al Centre de Perfeccionament, a la Orquesta y el Cor. Cuando vio ese proyecto, Livermore desencadenó su salida.

P ¿Un concurso público es la mejor opción para un puesto tan relevante en Les Arts?

R Sí, porque no hay limitación. Además ha sido un revulsivo con los padrinos que tiene, Plácido Domingo, y con la directora del Liceu [Christina Scheppelmanny] y del Real [ Joan Matabosch], en la comisión de elección.

P El IVAM y Les Arts han iniciado un camino nuevo, pero sobre ambos pesa aún la investigación judicial.

R Tenemos una nefasta herencia del pasado con los casos de Consuelo Císcar y Helga Schmidt. Uno juega con lo que tiene, el pasado no lo podemos cambiar. Las instituciones están por encima de las personas que las asaltó.

P La Orquesta de la Generalitat era una de las mejores del mundo.

R Hablamos con la Orquesta y también con el Cor. Confiamos y queremos profundizar en el trabajo de la Orquesta y el Cor, saben de las limitaciones que hay en el sector público en la reposición para cubrir plazas. Son dos unidades artísticas que no se pueden tratar igual que otras del sector público. Van a tener la facilidad para seguir trabajando y captar más gente como está pasando en la Orquesta, con el regreso de algunos que estaban en excedencia.

P ¿Satisfecho con el éxito en los Premios Max?

R Sobre todo porque es la primera vez que se premia una producción pública valenciana [«Tic-tac»]. Eso es un buen ejemplo del paradigma del que queremos. Ayudar a las producciones privadas vía subvenciones, porque las ayudas por concurso libre se han triplicado desde que hemos llegado, pero en paralelo producir y con calidad. El País Valenciano siempre ha sido un punta de lanza a nivel estatal en artes escénicas, pero que lo sea sumando a las instituciones. No me conformo, quiero que vayamos a más. No es bastante tener tres veces más ayudas y dos veces más espectadores, estamos en más de 540.000.

P ¿Qué le parece el boom de iniciativas privadas, como Bombas Gens, la futura sede de la Fundación Hortensia Herrero o el CaixaForum?

R Positivamente. Estamos posicionados en un buen momento, donde desde el sector público y privado se ve la cultura no solo como un espacio de inversión, sino de crecimiento colectivo. Tenemos muy buena relación con los diferentes proyectos privados, y también es de agradecer que no pidan nada a lo público. El ejemplo de Bombas Gens es clarísimo, y está llegando a un nivel de excelencia a nivel internacional equiparable a otros espacios muy conocidos sin perder de vista el barrio, la participación del entorno. Queremos no ser solo la capitalidad cultural a nivel mediterráneo, sino que se reconozca.

P València está en una buena posición, tras la salida de plano de Barcelona.

R Sin olvidar la relación con la Berklee. Todo suma para el espacio de confluencia del territorio valenciano en la cultura, pero yendo confluyendo con otros movimientos culturales de nuestra ribera del Mediterráneo y también en la otra orilla. Cuesta, pero es una apuesta estratégica.

¿Qué papel tiene la nueva televisión pública?

R El papel vertebrador esencial. No solo por la generación de industria, necesitábamos ese motor potente que ya se está viendo. Además con una sensibilidad cultural, como se ve en programas dirigidos al fomento del libro y la lectura, o de gastronomía.

P Entiendo que le gusta À punt.

R Me gusta, aunque hay cosas que no. Pero eso es bueno, porque llegará al conjunto de la población.

P Los informativos me parecen igual de progubernamentales que los de Canal 9 del PP.

R ¿Quiere decir? No tengo esa sensación.

P Eso es porque seguro que no veía Canal 9.

R Una muestra es que el primer día de la nueva televisión pública, la oposición no tuvo que entrar al plató por una ventana, como tuvimos que hacer nosotros el día que se cerró Canal 9. La diferencia es bastante evidente.

P El valencianismo político ha pasado del cosmopolitismo ilustrado de Fuster al ruralismo patriarcal del Botifarra. ¿Qué me he perdido?

R ¿Al qué...?

P ... Ruralismo patriarcal.

R Tenemos de todo. El Botifarra es un referente a nivel de país, pero también es gente con otras visiones. El valencianismo, desde mi punto de vista, debe intentar que sea hegemónico, y por eso debe tener diversidad y llegar a gente que piense diferente, pero que tenga en común la estima por su tierra.

P ¿Le consta discrepancias entre la AVL y el área de Política Lingüística de su departamento?

R No, hay diferentes puntos de vista, pero eso es sano. Pero trabajamos conjuntamente, cada uno desde su independencia. Durante muchos años a la AVL, desgraciadamente, le ha tocado hacer un papel que no le correspondía, el fomento del uso, política lingüística, porque había quien no la hacía, que era el Gobierno.

Compartir el artículo

stats