Emir Kusturica estará mañana por la noche en los Jardines de Viveros de València acompañado de la No Smoking Orchestra, el grupo de músicos que le acompaña desde hace dos décadas. Tendrá como teloneros a los alcireños La Fúmiga. La primera vez que estuvo en la ciudad fue en 2001, cuando tocó en la Plaza de la Virgen, pero hace menos de un año se pasó por el Iboga Summer Festival de Tavernes de la Valldigna. Para esta ocasión pide que la entrevista sea por email y solicita no contestar a la preguntas que se le realizan sobre Putin, después de que unas declaraciones recientes mostrando su simpatía por el mandatario ruso fueran, según él, malinterpretadas.
P Cineasta, músico, escritor, arquitecto ... ¿Cuál de estos Kusturicas se parece más a usted?
R Imagino que es el conjunto de todos esos Kusturicas lo que construye mi identidad.
P Le llevó diez años rodar su última película y, casi al mismo tiempo, publicar un álbum («Corps diplomatique»). ¿Hubo alguna razón especial para esta inactividad?
R Realizar películas es un proceso largo y doloroso. Se necesita tiempo para crear y también tiempo para recuperarse. La inversión de esfuerzo es total.
P ¿Por qué la música de los Balcanes es tan popular en este país, donde las diez canciones más escuchadas en Spotify provienen de América Latina?
R No sabría decirle exactamente, pero solemos actuar regularmente en España y también tenemos mucho éxito en Latinoamérica. Allí hemos ofrecido numerosos conciertos. De hecho, recientemente hemos compuesto una canción nueva en español. Hay mucha vida más allá de Spotify.
P ¿Refleja mejor la identidad serbia su música que su cine?
R Los Balcanes han conocido todo tipo de invasiones y migraciones. Es una región que se encuentra entre el Este y el Oeste. Existe también un tradición musical serbia poderosa. Nuestra música es el resultado de ese ´melting pot´.
P ¿Crecer en un país comunista ha hecho de usted un músico de rock diferente?
R Sí. Absolutamente. Las personas somos el resultado de nuestra cultura y nuestros orígenes. Es una riqueza que cada cual debe cultivar sin dejar de estar abiertos a los demás. La música de la No Smoking Orchestra es la antítesis de la globalización. Es una música libre.
P ¿Le gusta más dar conciertos porque sus efectos en el público son más inmediatos que con una película?
R Los conciertos permiten la comunión con el público, tocamos tanto por él como por nosotros, hay un efecto catártico. El cine es otra cosa, apelamos a otros sentimientos, cuestionamos las emociones de manera diferente.
P Está celebrando 20 años con la «No Smoking Orchestra». ¿Cómo ha evolucionado la relación con la formación entre su primer disco, «Ja nisam odavle» y «corps Diplomatique»?
R Los conciertos favorecen la comunión con el público. Sobre el escenario, tocamos tanto para ellos como para nosotros. Hay como un de efecto de catarsis mágica. El cine es otra cosa, apela a otros sentimientos, solicita las emociones de forma diferente.
P ¿Qué novedades descubrirá el público valenciano en el concierto de mañana?
R Tienen que venir a vernos. Hay muchas novedades: las canciones del nuevo álbum y muchas más cosas.
P Vino a tocar a Valencia por primera vez hace 17 años. Aquel fue un concierto que marcó la memoria musical de muchos valencianos. ¿Qué recuerdos guarda de aquella actuación?
R Estamos encantados de volver a tocar aquí. Guardo un gran recuerdo de esta ciudad y su maravillosa belleza y energía.
P En 2008 hizo un documental sobre Maradona. Después de ver sus imágenes en el Mundial de Rusia, ¿piensa que Maradona es un ídolo caído?
R Maradona siempre será Maradona,
P ¿En la actualidad, qué le apasiona más: la política, las películas o la música?
R Para mí hacer música y hacer cine es una actividad política.
