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Entrevista

Francisco José Palazón: "Toreé dos veces por fuerza moral durante la quimioterapia"

Quince días de entrenamiento en la finca del torero Ángel Teruel animaron la vuelta de Palazón

Francisco José Palazón: "Toreé dos veces por fuerza moral durante la quimioterapia"

P ¿Está totalmente recuperado de la enfermedad?

R Sí, me encuentro bien y solo tengo que hacerme revisiones cada ocho semanas del «linfoma no Hodgkin» que tuve en la sangre y me afectó al estómago. La prueba de mi buen estado de salud fue mi reaparición.

P ¿Cuál fue su motivación durante el cáncer?

R Mi familia y mi educación taurina. Desde octubre de 2016 hasta julio de 2017 me pusieron quimioterapia y, durante esos meses, me operaron del cuello para sacarme un ganglio. No disfrutamos de los momentos importantes de la vida porque vivimos a alta velocidad.

P ¿Qué significó su vuelta a los ruedos en Alicante?

R Volver a torear fue un sueño y reaparecer en la Feria de Hogueras, algo maravilloso. La tarde fue de agradecimiento y, sobre todo, de competencia. Ponerme otra vez el vestido de luces no lo concebía como una premio porque quería estar a buen nivel y que la afición viera mi evolución como torero.

P ¿La faena al primer toro de Algarra fue clave ese día?

R Sí, corté una oreja y pegué tres tandas con la mano derecha que me valieron la tarde. Es una labor que el profesional me ha reconocido porque el toro era bravo pero, pese a embestir con todo, se vencía hacía dentro durante el muletazo. Cuando le apreté, se entregó y dio lo mejor de él.

P Después de su cáncer, ¿cuándo volvió a torear?

R Toreé dos veces por fuerza moral durante la quimioterapia en las ganaderías de Osborne y Juan Albarrán. No podía coger la muleta por su peso y me casaba mucho porque me bajaron las defensas pero necesitaba sentirme torero. Tras superarlo, recuerdo un tentadero en casa de Nazario Ibáñez junto a José María Manzanares muy especial.

P ¿Sentirse torero significa lo mismo después de su enfermedad?

R Sí, estoy feliz de poder disfrutar de la tauromaquia y creo que se ha visto reflejado en el ruedo. Yo hacía todo lo posible para curarme y demostrarle a mi familia que mejoraba. Tengo esa madurez que me ha cambiado como torero y me ha hecho crecer profesionalmente.

P ¿Cómo definiría esa madurez?

R Es un sacrificio muy duro para estar a la altura de la responsabilidad. Con la quimioterapia llegué a pesar 85 kilos y para volver a torear me puse en 65 tras ir al gimnasio y tener un preparador físico. Tenía que volver a mover unos músculos que estaban más de un año parado. Ahora quiero tener más profundidad en el muletazo y dominar más la embestida cuando antes solo me preocupaba por la estética. El maestro Ángel Teruel me ayudó a mejorar como torero.

P ¿Qué consejos le dio Ángel Teruel?

R El otoño de 2017, una vez curado, lo pasé en la finca del maestro. Tenté mucho y también me echó vacas viejas. Él me animó a reaparecer y me decía que creyera en mí mismo. También estoy muy agradecido a personas como Armando Chacón, hijo del picador Santiago Chacón, y Manolo Carrillo porque han estado a mi lado en la preparación.

P ¿Cuál es el próximo objetivo?

R Mi intención es torear en Las Ventas aunque tenía ilusión de entrar en la Feria de Julio porque estaban los carteles muy abiertos. Me he preparado para hacer temporada porque nunca pensé en dejar mi profesión.

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