Como un susto y una anécdota más que contar. Así lo calificaba ayer el propio protagonista, el joven segorbino Manuel Zarzoso, a varios amigos que hablaron con él para preocuparse por su estado tras recibir el alta hospitalaria después del sufrir una aparatosa caída mientras participaba en el penúltimo de los encierros de San Fermín de 2018.

Con pronóstico leve y herido con policontusiones por el golpe, este segorbino de 18 años, embolador de Segorbe y aficionado al mundo taurino era la primera vez que corría en los encierros, a los que había asistido junto con su padre y varios emboladores más de la ciudad para vivir en primera persona el séptimo encierro protagonizado ayer por los toros de Jandilla. A pesar de lo aparatoso de las imágenes, finalmente Zarzoso, gran aficionado al atletismo, recibió el alta médica, sin contar con mayor daño que los golpes ocasionados.

El percance tuvo lugar en el tramo de Espoz y Mina, conocido popularmente como el tramo de Telefónica, cuando, según contaban varios conocidos, el joven iba corriendo con los toros y tropezó con un mozo que fue a levantarse, lo que provocó la caída del segorbino y, a su vez, el tropiezo del astado con Zarzoso.

En total, cinco corredores fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra tras el séptimo encierro de Sanfermines, y que han dejado un corredor herido por asta de toro. Este, J.G.M., varón de 19 años y residente en Salamanca, sufrió en el tramo del Ayuntamiento una cornada en la axila izquierda con pronóstico menos grave. El resto fue atendido por contusiones, policontusiones y traumatismos.