Como todos los veranos, cuando nuestro planeta cruza la órbita del cometa Swiff-Tuttle, tiene lugar uno de los espectáculos más llamativos de la astronomía: las Perseidas, una generosa lluvia de meteoros conocida también como las lágrimas de San Lorenzo. Este diácono romano murió torturado y quemado en una parrilla, el 10 de agosto de 258, fecha en la que se celebra su onomástica. Cuenta la leyenda católica que durante su martirio San Lorenzo llegó a decir “Asado está, parece, gíralo y cómelo “.

Aunque esta lluvia de meteoros se prolonga desde el 17 de Julio al 24 de agosto, tiene su máximo entre el 11 y el 13 de agosto, durante las cuales podrán observarse una generosa lluvia de estrellas. Este año, la Luna no será un estorbo para disfrutar del fenómeno.

Las lluvias de meteoros son uno de los eventos más bellos de la astronomía, no solo por la espectacularidad de la estela que dejan los meteoros en su tránsito por la atmósfera terrestre sino también por la manera en la que se disfruta del espectáculo: tumbado bajo un cielo plagado de estrellas, admirando la inmensidad del firmamento y dejando trascurrir la noche. Evoca la manera en la que nuestros antepasados estudiaban el Universo, con mucha paciencia, con abnegación y sin apenas instrumentación.

Más allá de la belleza de este espectáculo, las lluvias de meteoros son uno de los pocos fenómenos en los que la observación “a ojo desnudo” aportar información valiosa desde el punto de vista científico.

Los expertos en ciencias planetarias siguen con mucho interés las lluvias de meteoros porque son una magnífica oportunidad para conocer mejor a los cometas y asteroides. Algunas de las lluvias de meteoros que presenciamos en la actualidad tienen su origen en cometas conocidos y otras podrían tener su origen en cometas ya extinguidos; cometas que se han consumido tras completar varias órbitas alrededor del Sol, sublimando partículas de polvo y hielo que se desintegran al entrar en nuestra atmósfera, originando las lluvias de meteoros. En el caso de las Perseidas su progenitor es el cometa Swiff-Tuttle.

Además de los cometas, los asteroides, en su paso por las cercanías de la Tierra, también puede dar lugar a lluvias de meteoros. De hecho, las Gemínidas que se observan durante durante en el mes de diciembre, están relacionadas con el paso del asteroide 3200 Phaethon (whipple, 1983). Igualmente, el asteroide potencialmente peligroso 2001 YB5 puede ser el originario de la lluvia Delta-Cancrids, observable en enero, así lo demostró un estudio realizado por la Universidad de Pekín aprovechando el paso de este asteroide por las proximidades de nuestro planeta. (H. Meng, 2004).

Uno de los aspectos fundamentales en el estudio de los meteoros es su asociación con el astro progenitor, es decir, saber qué cometa o asteroide está provocando la lluvia. Para ello los astrónomos utilizan modelos numéricos que determinan la posición del radiante (lugar del cielo de donde aparenta caer los meteoros) y posteriormente lo asocian a la órbita del cometa o asteroide que pudo originarlo. El análisis de espectros de los meteoros aporta información valiosa acerca de su progenitor. Esta información se complementa con otra procedente de meteoritos encontrados en la superficie terrestre.

Durante la lluvia de meteoros se realizan campañas de observación para hacer un seguimiento detallado del número de meteoros detectados cada noche, con el objetivo de saber cuál ha sido la distribución del material que ha entrado en la atmósfera terrestre. Estas campañas están coordinadas por la Organización Internacional de Meteoros (IMO) y participan astrónomos aficionados y también la ciudadanía en general. Es entonces cuando la observación de la lluvia de meteoros a simple vista adquiere su valor científico.

Con esta finalidad el Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado un proyecto bautizado como Contadores de Estrellas en el que los ciudadanos pueden colaborar con los astrónomos profesionales en el estudio de las lluvias de meteoros. Este proyecto de ciencia ciudadana permite hacer conteos de estrellas fugaces de manera rigurosa y sencilla mediante el uso de una aplicación instalada en el móvil. El proyecto incluye una guía sencilla y amena (www.contadoresdeestrellas.ciclope.info). Está financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Esta aplicación se estrenará en varios durante las Perseidas de este mes de agosto en varios puntos de España como El Anillo de Cáceres, donde además se retransmitirá la lluvia de meteoros por internet mediante la plataforma sky-live.tv. Otros lugar que se suman este conteo de meteoros es el Observatorio del Teide o el municipio Valenciano de Alcublas.

Las lluvias de meteoros son una oportunidad para mejorar en el conocimiento de los cuerpos menores del Sistema Solar. Investigaciones realizadas durante los últimos años contemplan la posibilidad de que el agua de la Tierra pudo tener su origen en los asteroides. Ya se ha detectado hielo tanto en asteroides de origen cometario como en los situados en regiones externas del cinturón principal de asteroides, los más alejados de la Tierra. Las sales y el agua encontrada en algunos meteoritos podría explicar el origen de los océanos de nuestro planeta. Javier Licandro es uno de los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias que está participando en estas investigaciones.

Claves para la observación:

  • El mejor momento de la observación será entre las 2 y las 4 de la madrugada.
  • Alejarse de los cascos urbanos para acceder a un cielo oscuro.
  • No se requiere instrumento alguno, tan solo una esterilla para tumbarse en el suelo o hamaca.
  • Utilizar una linterna de color rojo para no deslumbrar a los observadores. La pupila tarda entre 20 y 30 minutos para adaptarse a la oscuridad.
  • Aunque la THZ (tasa horaria cenital) es superior a 100, podrán llegar a verse entre 2 y 4 meteoros por minuto. La THZ es el número de meteoros que podrían llegar a verse bajo un cielo absolutamente oscuro y con el radiante en el cenit.
  • Utilizar un diario de observación para registrar el número de meteoros vistos, a intervalos de treinta minutos. Cada persona debe llevar su diarios de observación. Con un registro riguroso es posible contribuir al estudio de los meteoros. Se anima a participar en el proyecto Contadores de Estrellas del Instituto de Astrofísica de Canarias-IAC y la Universidad Politécnica de Madrid-UPM.
  • Aunque se perciba que los meteoros van en diferentes direcciones, todos ellos tienen la misma dirección, entrando en paralelo en la atmósfera terrestre. Sucede igual que cuando nos colocamos entre las dos vías del tres y las observamos: por la perspectiva aparentan proceder de un punto común, según explica Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC.
  • Tumbarse con los pies orientados a la constelación de Perseo, aunque la mirada debe dirigirse hacia las constelaciones colindantes.
  • Ropa de abrigo y café ayudará ha una observación más confortable.